“¡Miren qué gran amor nos ha prodigado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios!” (1 Juan 3:1).

TESOROS EN EL CIELO

jueves 5 de enero, 2023

“No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido corroen, y los ladrones socavan y roban. Sino acumulen tesoros en el cielo, donde ni polilla ni óxido corroen, ni ladrones destruyen ni roban. Porque donde esté el tesoro de ustedes, allí estará también su corazón” (Mat. 6:19–21). ¿De qué verdades cruciales habla Jesús aquí?

¿Quién no ha leído una historia tras otra de gente que acumuló una gran riqueza y por algún motivo la perdió? Nuestro mundo es un lugar muy inestable: guerras, crímenes, violencia, desastres naturales; en cualquier momento puede pasar algo y arrebatarnos todo lo que hemos conseguido trabajando, aunque lo hayamos ganado en forma honesta y leal. Así también, en un momento llega la muerte, y por ende estas cosas se vuelven inútiles para nosotros.

Por supuesto, las Escrituras nunca nos dicen que está mal ser rico ni amasar riquezas; en estos versículos Jesús nos advierte que mantengamos todo en perspectiva.

Sin embargo, ¿qué significa hacer tesoros en el Cielo? Significa poner a Dios y su causa (no el hacer dinero) en primer lugar en nuestra vida. Entre otras cosas, significa usar lo que tenemos para la obra de Dios, para el avance de su Reino, para trabajar en favor de los demás y para ser una bendición para los demás.

Por ejemplo, cuando Dios llamó a Abram, concibió usar a Abram y su familia para bendecir a todas las familias de la Tierra. Dios le dijo a Abraham, quien “fue llamado amigo de Dios” (Sant. 2:23): “Yo haré de ti una gran nación. Te bendeciré, engrandeceré tu nombre, y serás una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré. Y por medio de ti serán benditas todas las familias de la tierra” (Gén. 12:2, 3).

“Así, los que viven por la fe son benditos con el creyente Abraham” (Gál. 3:9, énfasis añadido). A nosotros se nos presenta el mismo desafío que se le presentó a él.

“El dinero tiene gran valor porque puede hacer mucho bien. En manos de los hijos de Dios es alimento para el hambriento, bebida para el sediento y ropa para el desnudo. Es una defensa para el oprimido y un medio para ayudar al enfermo. Pero el dinero no es de más valor que la arena a menos que sea usado para satisfacer las necesidades de la vida, bendecir a otros y hacer progresar la causa de Cristo” (PVGM 286).

“Porque donde esté el tesoro de ustedes, allí estará también su corazón” (Mat. 6:21). ¿Dónde te dice el corazón que está tu tesoro?