“Entonces miré y vi una nube blanca, y sobre la nube, a uno sentado semejante al Hijo del hombre, con una corona de oro en su cabeza, y en su mano una hoz aguda. Y del Santuario salió otro ángel, y clamó a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: ‘Toma tu hoz y siega, porque ha llegado la hora de segar, y la mies de la Tierra está madura’ ” (Apoc. 14:14, 15).
UN MOMENTO DEL DESTINO
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Mateo 24:14; Apocalipsis 14:14-20; Mateo 16:27; Hechos 1:9-11; Marcos 4:26-29; Apocalipsis 16:1.
Dios siempre habló a su pueblo y le presentó las verdades pertinentes que necesitaba oír en ese momento. Desde la advertencia sobre el diluvio (Gén. 6:7) hasta la primera venida de Jesús (Dan. 9:24-27), pasando por el Juicio Preadvenimiento (Dan. 7:9, 10; 8:14) y los acontecimientos finales antes de la segunda venida de Cristo (Apoc. 12-14), Dios nos ha hablado. En estos últimos días de la historia de la humanidad, ha enviado un mensaje especial al mundo y a su pueblo, destinado a satisfacer la necesidad del momento. Lo representa mediante tres ángeles que vuelan por en medio del cielo llevando este mensaje urgente del tiempo del fin a todo el mundo.
El mensaje de los tres ángeles es el último aviso de misericordia de Jesús, un llamado que nos saca de nuestra propia justicia y nos lleva a confiar en la justicia de Jesús. Sin embargo, como siempre, debemos elegir a Cristo, rendirnos a él y serle obedientes, y las decisiones que tomemos ahora sin duda afectarán las decisiones que tomaremos en la crisis final que tenemos por delante. Ahora es el tiempo de prepararse.