“ ‘¡Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús!’ ” (Apoc. 14:12).

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

viernes 21 de abril, 2023

Piensa en las asombrosas palabras de Pablo en Hebreos 7:25, que, hablando de Jesús como nuestro Sumo Sacerdote, manifiestan que “puede salvar perpetuamente a los que por medio de él se acercan a Dios”. Salvar perpetuamente. La palabra griega para “perpetuamente” significa “en forma completa, plena, total”. Es Jesús quien nos salva; nuestro trabajo es rendirnos a él, reclamando su victoria en nuestro favor. Nuestra confianza debe estar en él, no en nosotros mismos.

“Podemos resumir la fuerza de la expresión ‘temer a Dios’ en Apocalipsis como el llamado final de Dios a la humanidad para elegirlo como su Dios glorioso y majestuoso […] que saldrá victorioso sobre las fuerzas del mal que se oponen a él y su plan para la raza humana (cf. Apoc. 14:9–11). Este temor no se manifiesta, al menos no por ahora (cf. Apoc. 6:14–17), con terror y temblor, sino en la sumisión gozosa y amorosa a la Ley de Dios y en su adoración exclusiva. Ningún otro poder debe reconocerse como digno de esa devoción y lealtad. De hecho, no hay otras opciones, porque lo que se muestra en el horizonte del Conflicto Cósmico como posibilidades son acciones de poderes demoníacos destinados a la extinción (Apoc. 16:13, 14; 17:14; 20:11-15). Por lo tanto, el temor del Señor es una invitación divina positiva [...] a ponerse de parte de Dios en el Conflicto Cósmico, con el fin de estar ante su presencia más gloriosa, llena de gozo en la comunión eterna con él ([Apoc.]. 21:3, 4; 22:3-5)” (Ángel Manuel Rodríguez, “The Closing of the Cosmic Conflict: Role of the Three Angels’ Messages”, p. 27).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Piensa en el increíble poder de Dios, quien creó todo el Cosmos y lo sostiene. Apenas podemos captar la idea del Cosmos; entonces, ¿cómo podríamos siquiera empezar a captar al Creador del Cosmos? Piensa en cuánto más grande, vasto y poderoso es él que nosotros. Y este Dios, ¿algún día nos juzgará? ¿Cómo nos ayudan estos hechos a entender la idea del “temor de Dios” y lo que esto significa?
  2. ¿Cómo podemos evitar el legalismo al analizar los conceptos bíblicos de santidad, superación y victoria? ¿Por qué siempre debemos entender que es la victoria de Cristo por nosotros, en la Cruz, el único fundamento de nuestra esperanza actual de salvación, independientemente de nuestras victorias (o hasta fracasos) aquí y ahora?
  3. ¿Por qué, incluso con todas las promesas de victoria sobre el pecado, a menudo descubrimos que fallamos y que no vivimos a la altura de la justicia que Jesús mismo ejemplificó para nosotros y que nos promete que también podría ser nuestra? ¿Qué errores estamos cometiendo al no permitir que Dios haga la obra en nosotros que él ha prometido?