GLORIA EN LA IGLESIA Y EN CRISTO JESÚS
Pablo concluye su reseña de oración con una doxología, una declaración breve y poética de alabanza a Dios. ¿Por qué alaba a Dios? Efesios 3:20, 21.
Pablo ha estado registrando sus oraciones por los creyentes (Efe. 3:14–19). Ahora ora en forma directa y poderosa. La doxología de Pablo plantea dos interrogaciones: 1. El pasaje, ¿eleva a la iglesia en forma inapropiada, poniéndola a la par de Cristo, en la frase “a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús” (Efe. 3:21)? En Efesios, si bien Pablo está muy interesado en la iglesia, es evidente que Cristo es el Salvador de la iglesia, ya que es Cristo quien mora en el corazón de los creyentes (Efe. 3:17). En la doxología, Pablo alaba a Dios por la salvación ofrecida a la iglesia por medio de Cristo Jesús.
2. La frase “en todas las generaciones y por los siglos de los siglos” (Efe. 3:21), ¿describe un futuro terrenal eterno para la iglesia, en que la venida de Cristo queda en suspenso? Efesios exhibe una sólida expectativa para el futuro. Por ejemplo, Efesios 4:30 mira hacia “el día de la redención”. Además, los creyentes experimentarán el poder soberano e ilimitado de Cristo en “el siglo [...] venidero” (Efe. 1:21). La doxología de Pablo debería leerse como una celebración del poder inagotable de Cristo ejercido en favor de los creyentes.
Al mirar retrospectivamente la segunda reseña de oración de Pablo (Efe. 3:14–21; comparar con Efe. 1:15–23), vemos que el apóstol encuentra fortaleza en el alcance cósmico del cuidado del Padre (Efe. 3:14, 15); en la disponibilidad inmediata del Espíritu Santo (Efe. 3:16); en la colaboración de Cristo mismo (Efe. 3:17); y en la inconmensurabilidad del amor ilimitado de Cristo (Efe. 3:18, 19). Esto es tan real que se imagina a los creyentes llenos “de toda la plenitud de Dios” (Efe. 3:19) y celebra estas realidades espirituales con alabanza, maravillándose nuevamente por la abundancia del poder de Dios que se ofrece a los santos (Efe. 3:20, 21).
Cuando sintamos la presión de los problemas, las tentaciones o las dudas, podemos recurrir a este relato optimista de las oraciones de Pablo. El apóstol encarcelado eleva nuestra visión al gran horizonte de los propósitos y la gracia de Dios, y nos recuerda que, al margen de nuestras circunstancias actuales, somos participantes del plan supremo de Dios (Efe. 1:9, 10), y que su poder obra en nosotros.
¿Qué bendiciones de Dios son especialmente valiosas para ti? Practica componer una oración de alabanza para enaltecer a Dios por ellas.