“¿Qué aprovecha el hombre si gana el mundo entero y pierde su vida? ¿Qué puede dar el hombre a cambio de su vida?” (Mat. 16:26).

TESTIFICAR A LOS INSTRUIDOS: NICODEMO

martes 28 de noviembre, 2023

Nicodemo era un hombre culto. La Biblia lo describe como un gobernante de los judíos (Juan 3:1). Jesús se refirió a él como maestro de Israel (Juan 3:10). Conocía bien la Biblia y tenía sed espiritual del Señor. Desde una perspectiva humana, podía parecer un seguidor de Dios. Guardaba todos los mandamientos y era un líder respetado entre los judíos. Era poderoso y rico. Muchos consideran que estas cosas eran señales de que Dios lo había bendecido. Sin embargo, resulta que estas apariencias superficiales eran únicamente eso: apariencias superficiales.

Lee Juan 3:1 al 12. ¿Qué revela esta historia acerca de las necesidades espirituales de Nicodemo y cómo las abordó Jesús de inmediato?

Cuando Nicodemo se acercó a Jesús, trató de salvar las apariencias, el statu quo. Pero Dios conocía su corazón. Del mismo modo, Dios conoce el corazón y las necesidades de todos los ricos y los poderosos, sin importar su origen. Nicodemo fue a Jesús porque sus enseñanzas lo habían convencido. Su orgullo le impedía confesar abiertamente a Jesucristo como Señor, pero aquella noche lo cambió para siempre. Incluso después de convencerse de que Jesús era el enviado de Dios, siguió sin reconocer abiertamente que era seguidor de Jesucristo.

Lee Juan 7:43 al 52 y Juan 19:39. ¿Qué nos dicen estos textos acerca de Nicodemo y Jesús?

En estos versículos podemos ver que Nicodemo, obviamente, había quedado tremendamente impactado por Jesús. Intentó protegerlo cuando Jesús estaba vivo y luego honrarlo después de su muerte. Sin duda, Jesús había tocado a Nicodemo, quien por más alarde de su conocimiento y sabiduría que hiciera, tenía una gran necesidad del Salvador, como todos nosotros.

¿Por qué debemos tener cuidado con la trampa de pensar que, dado que “tenemos la verdad” (y la tenemos), entonces el solo conocimiento de esta verdad es suficiente para salvarnos? ¿Cuántas almas se perderán que tenían conocimiento más que suficiente para salvarse, incluyendo el mensaje de los tres ángeles?