“Un día estaba Jesús orando en un lugar y, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: ‘Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos’ ” (Luc. 11:1).

CONFIANZA EN TIEMPOS DIFÍCILES

lunes 8 de enero, 2024

Todos los cristianos entienden de momentos de desesperación y sufrimiento, y los han vivido; momentos en los que se han preguntado qué hace el Señor, o por qué el Señor permite que les sucedan estas cosas. Los mismos salmistas pasaron por experiencias parecidas. Y, por inspiración divina, registraron lo que les había acontecido.

Lee Salmo 44. ¿Qué nos dice y por qué es relevante para los creyentes de todas las épocas?

A menudo, solo elegimos salmos para los cultos de adoración en las iglesias que reflejen ciertos estados de ánimo ideales. Esta restricción puede ser una señal de nuestra incapacidad o recelo para enfrentarnos a las oscuras realidades de la vida. Aunque a veces sintamos que Dios nos trata injustamente cuando el sufrimiento nos golpea, no nos parece apropiado expresar nuestros pensamientos en el culto público o incluso en la oración privada.

Esta reticencia puede hacernos perder el sentido de la adoración. El hecho de no expresar honesta y abiertamente nuestros sentimientos y opiniones ante Dios, en la oración, a menudo nos deja esclavizados a nuestras propias emociones. Esto también nos impide sentir seguridad y confianza al acercarnos a Dios. Orar los salmos nos da la seguridad de que, cuando oramos y adoramos, no se espera que censuremos o neguemos nuestra experiencia.

Salmo 44, por ejemplo, puede ayudar a los fieles a articular libre y adecuadamente su experiencia de sufrimiento inocente. Orar los salmos ayuda a la gente a experimentar la libertad de expresión en la oración. Los salmos nos dan palabras que no encontramos ni nos atrevemos a pronunciar. “Nuestro corazón no se ha vuelto atrás, ni se apartaron nuestros pasos de tu camino. Pero tú nos quebrantaste, nos diste por presa a los chacales, nos cubriste con densa sombra” (Sal. 44:18, 19).

Sin embargo, fíjate en la manera en que comienza Salmo 44. El escritor habla de cómo, en el pasado, Dios había hecho grandes cosas por su pueblo. De ahí que el autor exprese su confianza en Dios y no “en mi arco” (Sal. 44:6).

A pesar de ello, el pueblo de Dios sigue sufriendo. La lista de ayes y lamentos es larga y dolorosa. No obstante, incluso en medio de todo esto, el salmista clama a Dios para que los libre: “Redímenos a causa de tu constante amor” (Sal. 44:26). Es decir, incluso en medio de los problemas, conoce la realidad de Dios y su amor.

Recordar tiempos pasados en los que la presencia de Dios se sentía muy real ¿cómo puede ayudarte a afrontar los momentos en los que los problemas te hacen pensar que Dios está lejos?