“Al Señor cantaré en toda mi vida, a mi Dios salmearé mientras viva” (Sal. 104:33).

DECLARA SU GLORIA ENTRE LAS NACIONES

miércoles 20 de marzo, 2024

Lee Salmo 96. ¿Qué múltiples aspectos de la adoración se mencionan en este salmo?

La adoración incluye cantar al Señor (Sal. 96:1, 2), alabar su nombre (Sal. 96:2), proclamar su bondad y su grandeza (Sal. 96:3, 4) y llevar ofrendas al Templo (Sal. 96:8). Además de estos rasgos familiares del culto, Salmo 96 destaca un aspecto no tan obvio del culto: la dimensión evangelizadora de proclamar el Reino del Señor a otros pueblos (Sal. 96:2, 3, 10).

Sin embargo, cantar, alabar, llevar ofrendas y proclamar el evangelio no son acciones independientes, sino diversas expresiones de la adoración. La proclamación de la salvación de Dios a todas las naciones da sustancia a la alabanza y contenido a la adoración. Fíjate que los motivos de la adoración coinciden con el mensaje proclamado a otros pueblos: “Porque grande es el Señor” (Sal. 96:4); “Todos los dioses de los pueblos son ídolos, pero el Señor hizo los cielos” (Sal. 96:5); “¡El Señor reina!” (Sal. 96:10); y “Viene a juzgar la tierra” (Sal. 96:13). Entonces, el objetivo de la evangelización es unir a otros pueblos con el pueblo de Dios y, en última instancia, a toda la Creación en la adoración al Señor (Sal. 96:11-13).

La adoración es el resultado de reconocer interiormente quién es el Señor; es decir, el Creador, el Rey y el Juez (Sal. 96:5, 10, 13). Por ello, la adoración implica recordar los actos pasados de Dios (la Creación), celebrar sus maravillas presentes (el hecho de que Dios sostiene al mundo en su reinado actual) y anhelar sus actos futuros (el Juicio Final y una vida nueva en Cielos y Tierra nuevos).

El juicio, en los salmos, significa la restauración del orden divino de la paz, la justicia y el bienestar en un mundo actualmente agobiado por la injusticia y el sufrimiento; de allí que toda la Tierra se regocije al esperar los juicios de Dios (Sal. 96:10-13; 98:4-9). Además, el hecho de que el Señor sea un Juez justo debería motivar a la gente a adorarlo en santidad y a “temerlo”, y debería advertirle que no se tome la adoración a la ligera (Sal. 96:9). La adoración implica tanto alegría y confianza inmensas (Sal. 96:1, 2, 11-13) como temor y sobrecogimiento santos (Sal. 96:4, 9).

El llamado universal de Salmo 96 a adorar al Creador y Juez se refleja en la última proclamación evangélica de Dios para el mundo, el mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6 al 12. En muchos sentidos, este salmo parece incorporar este mensaje del tiempo del fin: creación, salvación (“evangelio eterno”), adoración y juicio. Todo está allí.

Compara este salmo con el mensaje de los tres ángeles (Apoc. 14:6-12). ¿En qué medida enseña las mismas verdades básicas de este mensaje del tiempo del fin que debemos proclamar al mundo?