«Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción; pero confíen, yo he vencido al mundo» (Juan 16: 33, RVC).

VOLUNTAD DIVINA IDEAL Y CORRECTIVA

miércoles 19 de febrero, 2025

Lee Efesios 1: 9 al 11. ¿Qué dice este texto acerca de la predestinación? ¿Están algunas personas predestinadas a salvarse y otras a perderse?

El término griego traducido aquí y en otras partes de las Escrituras como «predestinación» (prohorizō) no significa que Dios determina de antemano o causalmente la historia. A diferencia de ello, simplemente significa «proponer una meta o poner una meta delante».

Por supuesto, uno puede decidir algo (poner una meta) de antemano unilateralmente, o hacerlo de una manera que tenga en cuenta las decisiones libres de las personas delante de las cuales se pone esa meta. La Escritura enseña que Dios hace esto último.

Aquí y en otros lugares (por ejemplo, Rom. 8: 29, 30), el término traducido como «predestinado» se refiere a lo que Dios planea para el futuro después de tener en cuenta lo que sabe de antemano acerca de las decisiones libres de las criaturas. De esa manera, Dios puede guiar providencialmente la historia hacia los fines buenos que desea para todos respetando la libertad de las criaturas, necesaria para una auténtica relación de amor. Efesios 1: 11 dice que Dios «hace todas las cosas según el designio de su voluntad». ¿Significa esto que Dios determina que todo suceda tal como él desea? Leído aisladamente, Efesios 1: 9 al 11 podría dar esa impresión. Sin embargo, esta interpretación estaría en contradicción con los numerosos textos que vimos antes, que muestran que las personas rechazan a veces «los designios de Dios» (Luc. 7: 30; compara con Luc. 13: 34; Sal. 81: 11-14). Si la Biblia no se contradice, ¿cómo armonizan estos pasajes?

El texto de Efesios tiene perfecto sentido si uno simplemente reconoce una distinción entre lo que podríamos llamar la «voluntad ideal» de Dios y su «voluntad correctiva». La «voluntad ideal» de Dios es lo que él prefiere que ocurra y lo que ocurriría si todos hicieran siempre exactamente lo que él desea. En cambio, la voluntad divina «correctiva», o «reparadora», es la que ya ha tenido en cuenta todos los demás factores, incluidas las decisiones libres de las criaturas, que a veces se apartan de lo que Dios prefiere. Efesios 1: 11 parece referirse a la voluntad correctiva, o reparadora, de Dios.

La presciencia de Dios sobre el futuro es tal que, aun conociendo todas las decisiones, incluidas las malas, que tomarán las personas, él puede obrar para «bien» (Rom. 8: 28). ¿Qué consuelo puedes extraer de esta verdad?