“Estén quietos, y conozcan que Yo Soy Dios. Exaltado seré entre las naciones, enaltecido seré en la tierra” (Sal. 46:10).

ENTRE LA TIERRA Y EL MAR

miércoles 30 de abril, 2025

Las imágenes de la tierra y el mar que aparecen en la Biblia, especialmente en las profecías, pueden ser muy instructivas. Consideremos, por ejemplo, el uso simbólico de la tierra y el mar cuando aparecen juntos en la profecía bíblica.

“Simbólicamente, cuando se yuxtaponen la tierra y el mar, la tierra suele representar el mundo ordenado, o incluso la tierra de Israel, mientras que el mar se refiere a las naciones gentiles que la amenazan, igual que el mar amenaza la tierra” (Beatrice S. Neall, “Los santos sellados y la tribulación”, en Simposio sobre Apocalipsis, ed. por Frank B. Holbrook [APIA, 2010], t. 1, p. 308).

Según esta línea de pensamiento, la tierra es un lugar de estabilidad basado en el gobierno de Dios, mientras que el mar representa la agitación y la inestabilidad de las naciones establecidas sobre el fundamento del orgullo humano.

Lee Apocalipsis 12:15 y 16, y Apocalipsis 13:1 y 11, sobre la base de la idea anterior. Observa la vinculación existente entre el agua y la tierra. ¿Cómo se utilizan ambos símbolos y qué pueden enseñarnos acerca de cómo entender la profecía?

Observa que el dragón utiliza el agua para perseguir a la mujer (la iglesia). Como hemos visto, el agua suele simbolizar en la profecía a los gobiernos mundanos, así como también la agitación y el caos que a menudo los acompañan. Esto significa que Satanás usó a las masas empujadas por sus líderes para perseguir al pueblo de Dios a lo largo de gran parte de la historia de la iglesia.

Además, los adventistas del séptimo día hemos entendido que Apocalipsis 12:16 se refiere a la migración de los creyentes perseguidos en Europa al Nuevo Mundo. Si nuestra interpretación de la tierra y el mar es correcta, ¿qué dice esto acerca de la fundación de los Estados Unidos de Norteamérica?

¿Podríamos considerar a “la tierra” de manera semejante a la “Tierra Prometida” de la época del Antiguo Testamento; es decir, como un lugar reservado para el pueblo de Dios? ¿Podría ser esta la razón por la que la bestia terrestre parece primero un cordero? Aunque Estados Unidos nunca ha sido “el nuevo Israel”, como algunos de sus fundadores lo veían, durante mucho tiempo ha sido una tierra de libertad religiosa para millones de creyentes oprimidos provenientes de otras partes del mundo. Por desgracia, esta bestia semejante a un cordero hablará un día “como un dragón” (Apoc. 13:11). Estados Unidos, durante tanto tiempo un faro de libertad religiosa para los perseguidos, ¡se convertirá en el perseguidor religioso dominante! Este es otro ejemplo de lo que sucede cuando la humanidad elige gobernarse a sí misma en lugar de ser gobernada por Dios.