“Cuando él vio a la reina Ester en el patio, ella obtuvo gracia en sus ojos, y el rey le extendió el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces Ester se acercó y tocó la punta del cetro” (Est. 5:2).

PARA ESTA HORA

jueves 12 de junio, 2025

Existe una desafortunada tendencia entre algunos cristianos a detenerse en los momentos oscuros descritos en la profecía bíblica. Se avecinan tiempos difíciles, y el estudio de la profecía podría desacertadamente centrarse en el temor y en las dificultades en lugar de hacerlo en la resolución divina de los problemas de la humanidad. Aunque Dios no oculta el futuro y es honesto acerca de los eventos que ocurrirán entre el presente y el fin del Gran Conflicto, es importante siempre leer la historia hasta su conclusión.

En el patrón general que sigue la profecía bíblica, Dios muestra las consecuencias desastrosas de la rebelión humana, pero luego nos da esperanza. Algunos han contemplado las predicciones de una crisis final, el “tiempo de angustia de Jacob”, con temor y temblor. Sin duda, los últimos momentos no serán fáciles para el pueblo de Dios. Pero, así como la predicción de tiempos difíciles es fiable, también lo es la promesa de liberación.

En Apocalipsis 12, el Diablo persigue con furia a la esposa de Cristo, pero Dios interviene para salvarla. La historia de Ester también incluye a una hermosa reina que desempeña un papel central en el drama, y a la que Dios utiliza poderosamente para salvar a su pueblo.

Lee Ester 4:13 y 14; 5:1 al 3; y 9:20 al 28. ¿Qué lecciones podemos extraer de estos pasajes en relación con nuestra difícil situación en el mundo actual?

Dios levantó a su iglesia remanente para un momento específico de la historia. Después de que los 1.260 días de la Edad Oscura llegaron a su fin, Dios sacó a su novia del lugar seguro donde la había resguardado (comparar con Apoc. 12:14) para que comunicara su mensaje final de misericordia al mundo: los mensajes de los tres ángeles. Al igual que Ester, estamos aquí “para esta hora” (Est. 4:14).

Ester descubrió que no estaba sola frente a la persecución de Amán contra su pueblo, ya que contó con el favor del rey, y su pueblo fue finalmente liberado. Nosotros tampoco estamos solos al entrar en los últimos momentos de la historia de la Tierra: el Rey está de nuestro lado y el pueblo de Dios también será liberado.

Todo resultó bien para el pueblo de Dios en el caso de la historia de Ester, pero no siempre es así, al menos a corto plazo. ¿Por qué debemos tener siempre una visión a largo plazo de las cosas para mantener viva nuestra esperanza en Cristo?