"Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores" (Génesis 37:3).

José y sus hermanos

lunes 18 de abril, 2011

La rivalidad entre los hermanos, aun en los hogares más tradicionales, puede ser suficientemente mala. Pero, en esta mezcla, se convirtió en un caldo maloliente, porque en él había ingredientes tales como odio, celos, favoritismo y orgullo, que condujeron, con el tiempo, al desastre.

Para comenzar, los hermanos de José no eran exactamente los muchachitos más dulces, ¿verdad?

Lee Génesis 34. ¿Qué indica este capítulo acerca del carácter de los hermanos?

Además, estaba el tema de los sueños de José (Génesis 37:5-11), en los que toda la familia se inclina en homenaje hacia él. Si los hermanos no lo querían mucho desde el principio, estos sueños solo aumentaron su antipatía. De hecho, eso es exactamente lo que dice Génesis 37:8.

Pero, hay más todavía.

Lee Génesis 37:2. ¿De qué modo esto solamente empeoró la relación de José con sus hermanos?

A nadie le gusta ser objeto de chismes y, no importa cuán mala fuera la conducta de sus hermanos, seguramente no apreciaron el hecho de que José los denunciara ante su padre. Aunque el texto no dice específicamente lo que estaban haciendo, considerando su conducta pasada, muy probablemente fue algo que necesitaba ser atendido antes de que trajera aún más vergüenza sobre sí mismos y su familia.

Finalmente, tal vez el problema mayor era que, como dice la Biblia: "[...] amaba Israel a José más que a todos sus hijos" (Génesis 37:3). Los hermanos no eran tontos; seguramente, basados en la actitud de su padre, pudieron haber hecho, de una mala situación, una aún peor. Por eso, por inexcusables que hayan sido los actos de los hermanos hacia José, este trasfondo nos ayuda a comprender mejor lo que los condujo a obrar así.

Todos nosotros, hasta cierto punto, estamos atrapados en nuestras circunstancias. Suceden cosas que están fuera de nuestro control. Las preguntas deberían ser siempre para nosotros: ¿Cómo debo responder a esas circunstancias? ¿Me dominarán hasta el punto de comprometer principios o permitiré que mis principios me guíen en medio de mis circunstancias?