"Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable" (1 Pedro 2:9).

Vestimentas sacerdotales

martes 26 abril, 2011

"Las vestiduras que harán son estas: el pectoral, el efod, el manto, la túnica bordada, la mitra y el cinturón. Hagan, pues, las vestiduras sagradas para Aarón tu hermano, y para sus hijos, para que sean mis sacerdotes" (Éxodo 28:4).

Cuando uno estudia el modelo del Santuario terrenal, es claro que no quedaba nada librado al azar. Dios dio a los sacerdotes instrucciones explícitas sobre lo que debían hacer y sobre las vestiduras que debían usar. Todo fue hecho de acuerdo con instrucciones exactas.

Lee, en Éxodo 28, la descripción de las vestiduras que debían hacerse para Aarón, el sumo sacerdote, y para los sacerdotes en general. Sin enredarnos en detalles complejos, ¿qué lecciones espirituales podemos obtener de esto?

"El diseño de los mantos sacerdotales fue dado a conocer a Moisés en el monte. Se especificó cada artículo que debía vestir el sumo sacerdote, y la forma en que debía hacerse. Estas vestimentas eran consagradas a un propósito muy solemne. Con ellas, se representaba el carácter del gran antitipo, Jesucristo. Cubrían al sacerdote con gloria y belleza, y evidenciaban la dignidad de su cargo. Cuando estaba vestido con ellas, el sacerdote se presentaba como un representante de Israel, mostrando, por su vestimenta, la gloria que Israel debía revelar al mundo como el pueblo escogido de Dios" (YI, 7 de junio de 1900).

Se ha escrito mucho acerca del significado y del simbolismo de cada color, y de cada tela y piedra, y de otros elementos. Juntos, representaban la perfección, la santidad, la belleza y la dignidad del "gran Antitipo", Jesús, nuestro verdadero Sumo Sacerdote, que ministra en el Santuario en los cielos (Hebreos 8:1, 2).

Nota, también, la idea de que los sacerdotes llevaban diversas cosas (Éxodo 28:12,29,30,38,42). Esto es un tema vital en todo el plan de salvación, simbolizado por el sacerdocio y el Santuario: la idea de Jesús, nuestro Sustituto, que lleva sobre sí nuestros pecados y carga en sí el castigo por ellos. Todo esto estaba anticipado por los ritos del Santuario y la ropa de los sacerdotes, llenos de simbolismo que representaba el carácter y la obra de Jesús en nuestro favor.

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