"Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado" Lucas 15:32

El manto del padre mismo

jueves 02 junio, 2011

Elena de White añade, a la historia, un detalle interesante en Palabras de vida del gran Maestro, que no se encuentra en los textos mismos. Al describir al padre que se acerca al hijo mientras este vuelve al hogar, escribe: "El padre no había de permitir que ningún ojo despreciativo se burlara de la miseria y los harapos de su hijo. Saca de sus propios hombros el amplio y rico manto, y cubre la forma exangüe de su hijo, y el joven solloza arrepentido, diciendo: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo'. El padre lo retiene junto a sí, y lo lleva a la casa. No se le da oportunidad de pedir el lugar de un siervo. Él es un hijo, que será honrado con lo mejor de que dispone la casa, y a quien los siervos y las siervas habrán de respetar y servir.

   "El padre dice a sus siervos: ‘Sacad el principal vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y zapatos en sus pies. Y traed el becerro grueso, y matadlo, y comamos, y hagamos fiesta: porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; habíase perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse" (p. 160).

   ¿Qué indicio nos da esta historia acerca del carácter de Dios?

   El padre quiere cubrir la vergüenza de los errores del hijo. Qué mensaje para nosotros acerca de aprender a permitir que el pasado desaparezca, a no insistir en los errores pasados de otros o nuestros. Algunos de los peores pecados no son conocidos ahora, pero un día lo serán (1 Corintios 4:5); como Pablo, necesitamos olvidar lo que es pasado y seguir adelante (Filipenses 3:13, 14).

   Lee Lucas 15:24. ¿Qué quiere decir el padre cuando declara que el hijo estaba muerto y ha revivido? ¿Cómo hemos de entender esas palabras?

   Al fin, no hay término medio en los temas de la salvación. Cuando la gran controversia haya terminado (Apocalipsis 21:5), todos los seres humanos estarán vivos para siempre o muertos por la eternidad. No hay nada entre esas dos situaciones.

   Ciertamente esto es algo para pensar mientras hacemos nuestras decisiones diarias, tanto buenas como malas, como lo hizo el hijo pródigo.

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