"Pero lejos esté de mí gloriarme, si no en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo" (Gálatas 6:14).
UNA NUEVA CREACIÓN
Después de destacar la centralizad de la cruz en la vida cristiana, Pablo enfatiza el segundo principio fundamental de su mensaje: la justificación por la fe.
Como hemos visto, Pablo opuso la circuncisión al evangelio. Pero no está en contra de la práctica misma. Pablo hace varias declaraciones fuertes contra la circuncisión (ver Gálatas 5:2-4), pero no quiere que los gálatas crean que no estar circuncidado agrada más a Dios que el estarlo. Este no es el punto, porque se puede ser legalista tanto por lo que se hace como por lo que no se hace. Hablando espiritualmente, el problema de la circuncisión, por sí mismo, ni es relevante. La verdadera religión no se basa en la conducta externa sino en la condición del corazón. Como dijo Jesús, una persona puede verse bien en el exterior, pero estar espiritualmente corrompido en su interior (Mateo 23:27.
¿Qué significa ser una nueva creación? Gálatas 6:15; 2 Corintios 5:17. ¿Cómo has experimentado tú lo que esto significa?
Ktísis es la palabra para "creación". Puede referirse a una "creación" individual (Hebreos 4:13) o a todo lo "creado" (Romanos 8:22). En cualquier caso, implica la acción de un Creador. Ese es el punto de Pablo. Llegar a ser una "nueva creación" no se produce por el esfuerzo humano, sea la circuncisión o cualquier otra cosa. Jesús se refiere a este proceso como el "nuevo nacimiento" (Juan 3:5-8. Es un acto divino: Dios toma a una persona espiritualmente muerta y alienta vida espiritual en ella. Esta es otra metáfora para describir el acto salvador que Pablo llama justificación por fe.
Pablo habla de esta experiencia en 2 Corintios 5:17. Pablo explica que llegar a ser una nueva creación significa más que un cambio de situación en los libros del cielo; produce un cambio en nuestras vidas actuales. Esto opina Timothy George: "Involucra todo el proceso de conversión: la obra regeneradora del Espíritu Santo que conduce al arrepentimiento y la fe, el proceso diario de mortificación y vivificación, el crecimiento continuo en santidad que condice a una eventual conformidad con la imagen de Cristo" (Galatians, p. 438).
Llegar a ser una nueva criatura no es lo que nos justifica. Este cambio es la manifestación inequívoca de lo que significa ser justificado.