Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala” (Eclesiastes 12:14).

EL DILUVIO

martes 24 enero, 2012

Los críticos de la Biblia insisten mucho en que otras civilizaciones antiguas tuvieron sus propias historias de un diluvio. Alegan que la historia bíblica no es original ni verdadera, sino apenas una copia de algún mito o leyenda previos.

Pero los que creen en la Palabra de Dios ven en estas historias una confirmación de la realidad del Diluvio. El Diluvio ocurrió, y el Génesis da el informe inspirado de él. Este informe contrasta con las otras versiones, una de las cuales dice que el Diluvio vino porque los humanos hicieron demasiado ruido en sus fiestas nocturnas y perturbaron el sueño de los dioses.

¿Qué razones da el informe bíblico del Diluvio acerca del juicio que habría de ocurrir sobre la Tierra? Génenesis 6:5.

Que los seres humanos de entonces fueran tan malos que merecían la destrucción no es difícil de entender hoy ya que, en el mundo, el mal se vuelve cada día peor. El concepto cristiano de la pecaminosidad de la humanidad, aunque a veces ridiculizado, se verifica constantemente. El hacer buenas obras no nos hace buenos. Algunos criminales amaron a los niños, fueron generosos con ellos y trataron bien a sus amigos. ¿Alguien los llamaría buenos por eso?

Aun en medio de la promesa pendiente de un juicio retributivo, ¿de qué modo se reveló la gracia de Dios en el registro del Diluvio? (Ver Génesis 6:14-22; 2 Pedro 2:5.)

Al construir el arca, Noé advertía al mundo acerca del juicio. Nota que hubo un período de gracia para que el mundo se volviera de sus malos caminos y aceptara la salvación que Dios ofrecía. Elena de White escribió que "si los antediluvianos hubieran creído la advertencia y se hubiesen arrepentido de sus obras impías, el Señor habría desistido de su ira" (PP 84, 85). La construcción del arca ofrecía, ante la destrucción inminente, un refugio a cualquiera que atendiera a la advertencia, porque el juicio vendría. La gracia se ofreció a todos, hasta que fue demasiado tarde y la puerta de la misericordia se cerró.

¿Cuán a menudo te ha revelado Dios su gracia? Probablemente, más veces de las que puedes contar. ¿Cómo puedes rendirte a esa gracia y permitir que ella te moldee a la imagen de Cristo?

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