“Exaltad a Jehová nuestro Dios, y postraos ante su santo monte, porque Jehová nuestro Dios es santo” (Salmos 99:9).
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El Antiguo Testamento es un registro de respuestas humanas a un Dios santo. ¿Qué hay en el Nuevo Testamento? Algunos cristianos modernos alegan que el Antiguo Testamento presenta un cuadro anticuado de Dios, porque es severo y dispuesto a la ira, y que Jesús es el Dios de la gracia y el amor. Esta es una visión distorsionada de la Biblia y del carácter de un Dios que no cambia.
¿Qué enseñan los escritores del Nuevo Testamento acerca de la santidad de Dios? Lee Lucas 5:1 al 11. ¿Cómo muestra esto la consistencia entre el Antiguo y el Nuevo Testamento acerca del tema?
Después de que estos pescadores trabajaron toda la noche sin éxito, Jesús les proveyó una pesca milagrosa. La respuesta humana normal hubiera sido agradecer a Jesús por tan gran ayuda financiera. La respuesta de Pedro, en cambio, fue diferente: muy parecida a la de los personajes del Antiguo Testamento.
"Pero Pedro ya no pensaba en los barcos ni en su carga. Este milagro, más que cualquier otro que hubiese presenciado, era para él una manifestación del poder divino. En Jesús vio a Aquel que tenía sujeta toda la naturaleza bajo su dominio. La presencia de la divinidad revelaba su propia falta de santidad. Le vencieron el amor a su Maestro, la vergüenza por su propia incredulidad, la gratitud por la condescendencia de Cristo, y sobre todo el sentimiento de su impureza frente a la pureza infinita. Mientras sus compañeros estaban guardando el contenido de la red, Pedro cayó a los pies del Salvador, exclamando: ‘Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador'" (DTG 212, 213).
¿Por qué esta reacción? Porque ya no estamos en el Jardín del Edén, donde Adán y Eva daban la bienvenida a Dios en las tardes. Esta comunión cambió después de la Caída, cuando la pareja huyó y se escondió. Desde entonces, no ha cambiado mucho, y esta reacción está en todas las Escrituras. Siempre que un ser humano se encuentra con el Dios vivo, hay temor al descubrir la inmensidad de su pecaminosidad.
¿Cuándo fue la última vez que miraste bien tu propia naturaleza pecaminosa? Fue un cuadro bastante horrible, ¿verdad? ¿Cuál es tu única esperanza, y por qué?