"Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibiteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes" (1 Tesalonicenses 2:13).

EL EVANGELIO LLEGA A TESALÓNICA

sábado 30 junio, 2012

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Hechos 16:9-40; 17:1-4, 12; Jeremías 23:1-6; Isaías 9:1-7; Isaías 53; Romanos 1:16.

PENSAMIENTO CLAVE: Nuestra seguridad en las promesas de Dios debe estar basada en nuestra confianza en sus Santas Escrituras.

EL JOVEN PASTOR se sentó afuera con una señorita que recién se había bautizado. Para su sorpresa, ella dijo:

–Necesito bautizarme de nuevo. Cuando el pastor le preguntó por qué, ella contestó:

–Hay cosas que no le dije al pastor mayor acerca de mi pasado.

Y así siguió una conversación acerca del perdón en Cristo, que ella oyó con gran ansiedad. Cuando el pastor terminó de orar con ella, una lluvia repentina los empapó. Con los ojos brillantes, la mujer joven dijo:

–Me estoy bautizando de nuevo.

Un Dios lleno de gracia provee señales, como esa lluvia inesperada, para asegurar a los creyentes que están en armonía con él. Nuestro confianza en Dios está más arraigada cuando se basa en la enseñanza de su Palabra. En esta lección veremos que el cumplimiento de la profecía dio una sólida seguridad a los creyentes nuevos en Tesalónica.

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