"Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibiteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes" (1 Tesalonicenses 2:13).

LOS PREDICADORES PAGAN EL PRECIO

domingo 01 julio, 2012

Lee Hechos 16:9 al 40. Según este pasaje, ¿por qué los filipenses reaccionaron en forma negativa al evangelio? ¿Qué principio encontramos en su reacción que debemos recordar, porque nos puede pasar a nosotros? ¿De qué otras maneras se manifiesta este principio, aun en las vidas de cristianos profesos?

El evangelio son las buenas noticias de las acciones de Dios en Cristo, que llevan al perdón, a la aceptación y a la transformación (Romanos 1:16, 17). Por el pecado, todo el mundo estaba condenado; pero, por medio de la muerte y la resurrección de Jesús, recibimos la oportunidad de tener vida eterna, que Dios siempre quiso para toda la humanidad. La poderosa obra de Dios fue hecha siendo aún pecadores (Romanos 5:8). Esta redención fue realizada por Jesús, y no podemos añadir nada a ella. Pero el evangelio llega a ser real en nuestras vidas solo cuando aceptamos el perdón de Dios por medio de Jesús.

Siendo que el evangelio es una noticia tan buena, y gratuita, ¿por qué alguien lo resistiría o lucharía contra él? La respuesta es sencilla: aceptar el evangelio nos pide poner a un lado la confianza en nosotros y en las cosas mundanas tales como el dinero, el poder o la atracción sexual. El dinero, el sexo y el poder son buenos cuando están sometidos a la voluntad y los caminos de Dios. Pero, cuando la gente se aferra a ellos porque sustituyen el evangelio, este y quienes lo proclaman son una amenaza.

Lee 1 Tesalonicenses 2:1 y 2. Pablo y Silas entraron en Tesalónica con dolores: sus cuerpos estaban heridos por los azotes y la prisión que sufrieron en Filipos (Hechos 16:22-24). Pero, las señales del gran poder de Dios (Hechos 16:26, 30, 36) animaban sus corazones. Entraron en la sinagoga de Tesalónica, a pesar de su dolor, y hablaron otra vez acerca del Mesías, que había cambiado sus vidas y los había enviado a predicar las buenas nuevas a donde no las habían oído antes.

¿Cuáles son las cosas del mundo que, si no somos cuidadosos, pueden apartarnos de Dios? ¿Por qué es tan importante mantener la cruz y su significado siempre en el centro de nuestros pensamientos, especialmente cuando el mundo nos atrae con fuerza?

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