“Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número” (1 Corintios 9:19).
EL EVANGELIO COMO PUNTO DE CONTACTO
Considerando lo que aprendimos ayer, no es difícil advertir por qué, cuando llegó el evangelio a Tesalónica, muchos no judíos de la ciudad respondieron positivamente. Si Pablo sabía algo del culto de Cabirus o no antes de llegar a la ciudad, su enfoque mesiánico en la sinagoga resonó con los anhelos espirituales singulares de los paganos locales.
Cuando el evangelio llegó a Tesalónica, las clases obreras de la ciudad respondieron en gran número. También estaban listos para interpretaciones extremas del evangelio. El culto a Cabirus había instalado en el pueblo un espíritu de rebeldía contra la autoridad, que pudo haber sido la causa de la conducta desordenada que Pablo atendió en sus dos cartas a ellos (1 Tesalonicenses 4:11, 12; 5:14; 2 Tesalonicenses 3:6, 7, 11).
Lee 1 Corintios 9:19 al 27. ¿Qué estrategia misionera fundamental plantea Pablo aquí? ¿Qué peligro potencial existe en este método? ¿Cómo pueden los dos principios de este pasaje mantenerse en equilibrio?
El evangelio tiene el mayor impacto cuando afecta las necesidades, esperanzas y sueños de la audiencia. Pero, aunque el Espíritu Santo puede proveer puentes para el evangelio, esto normalmente sucede como resultado de que quien testifica ora mucho y escucha con oración. La experiencia enseña que la gente está más abierta al mensaje adventista en épocas de cambio, como ser: agitación económica, luchas políticas, guerras, casamientos, divorcio, traslados (mudarse de un lugar a otro), problemas de salud y muerte. Los tesalonicenses habían experimentado su cuota de cambios y dislocación, y esto ayudó a que el evangelio se arraigara allí.
Sin embargo, la gente que se bautiza en tiempos de agitación también tiende a ser inestable. La mayor apostasía ocurre en los primeros meses después de la conversión. Las cartas a los Tesalonicenses son un testimonio de la considerable inestabilidad en la iglesia, durante los meses que siguieron a la visita de Pablo.
¿Cómo podemos ayudar a los miembros que todavía se están ajustando a su nueva vida en Cristo? ¿Qué puedes hacer para ayudar a una persona nueva a afirmarse y estabilizarse en el señor? Te asombrará encontrar cuánto te ayudará este ministerio a fortalecerte también a ti mismo.