"Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación" (1 Tesalonicenses 4:7).

NO COMO LOS GENTILES

martes 14 de agosto, 2012

Lee 1 Tesalonicenses 4:4 y 5. ¿Qué mensaje encuentras en estos versículos? ¿Qué te dicen a ti, personalmente?

Aunque los filósofos morales considerados en la lección 3 atacaron muchas formas de excesos sexuales, la sociedad gentil, en conjunto, tenía poca o ninguna restricción sexual en los días de Pablo. De acuerdo con el orador pagano Cicerón, “si hay alguien que piensa que a los jóvenes se les debería prohibir el trato aun con prostitutas, es sin duda eminentemente austero [...] esta idea es contraria no solo a la licencia de esta época sino también a las costumbres y concesiones de nuestros antepasados. Porque, ¿cuándo esta práctica no fue común? ¿Cuándo fue atacada? ¿Cuándo fue prohibida?”.-Citado en Abraham Malherbe, The Letters to the Thessalonians, pp. 235, 236.

En el mundo actual, muchos se oponen a cualquier limitación sexual. Sienten que pasajes como el de 1 Tesalonicenses 4:4 y 5 fueron relevantes en otro tiempo y lugar. Pero el mundo antiguo no era sexualmente más limitado que nuestro mundo actual. El mensaje de Pablo no habría sido más aceptable en la sociedad de esa época de lo que sería ahora.

La solución de Pablo al problema de los excesos sexuales es que cada hombre tenga su propia esposa (1 Tesalonicenses 4:4). En el texto original en griego, se habla de “poseer” su propio skéuos (vaso), lo que puede indicar a su esposa (como en 1 Pedro 3:7), o bien su propio cuerpo (como en la BJ, y en otras versiones modernas). Pablo sugiere que cada hombre tenga un matrimonio honorable para evitar la promiscuidad sexual, aunque también puede significar que cada uno controle “su propio cuerpo”.

En ambos casos, Pablo confronta claramente el relajamiento moral de su propia época. Los cristianos no deben conducirse como los “gentiles”. La norma de la sociedad no es la norma para nosotros. El sexo es santo, puesto aparte para el matrimonio entre un hombre y una mujer. Como lo señala en 4:6, no debe tomarse livianamente. Cuando se realiza fuera de las normas establecidas por Dios, es destructivo. ¿Quién no ha visto cuán destructivo puede llegar a ser el abuso de este don?