“En todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Romanos 8:37).
UN ESCENARIO PARA NUESTRA VICTORIA
El cristiano no tendría esperanza de victoria sobre las fuerzas del mal a menos que hubiera un escenario para ella. En el estudio de la semana pasada llegó a ser claro que Cristo, por medio de su muerte en la cruz y su resurrección de la tumba, ganó la victoria sobre toda suerte de mal y de "poderes" impíos. En un sentido muy real, al desenmascarar y desarmar estos "poderes", les puso un límite. El hecho de que los "poderes" hayan sido puestos bajo sujeción establece el escenario para la victoria del cristiano.
Estudia Efesios 1:18-22. Pablo ruega que los ojos de los cristianos de Éfeso sean iluminados. Según Pablo, ¿qué logró Cristo para nosotros? ¿Cómo entendemos esto en el contexto de la gran controversia? ¿Qué se nos promete? ¿Cómo hacemos que estas promesas sean reales en nuestra propia experiencia?
Pablo ora pidiendo que una iluminación profunda acompañe al cristiano. Cuando esto haya sucedido, su vida estará llena de esperanza cristiana. Comprenderá sus privilegios como heredero de Dios, y conocerá por experiencia el poder de Dios, que tiene la misma magnitud que el que resucitó a Jesús de los muertos.
Lee Efesios 1:20-22. ¿Qué podemos reclamar de estas promesas, en nuestras luchas con fuerzas mayores que nosotros?
Como consecuencia de la crucifixión de Cristo y su resurrección, todo está en sujeción a él, incluyendo principados y potestades. El escenario está preparado para ganar victorias individuales sobre todo lo que nos oprime.
Considera los versículos para hoy. ¿Qué puedes obtener de ellos para ti en las luchas que estés afrontando? Piensa en lo que se nos promete en Cristo. ¿Cómo puede esto pasar de mera teología a la realidad de nuestra experiencia?