“Tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes” (Efesios 6:13).

CEÑIDOS CON LA VERDAD, LA CORAZA DE JUSTICIA

lunes 12 de noviembre, 2012

“Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia” (Efesios 6:14).

Aunque es un poco difícil saber la naturaleza exacta del ceñidor, parece que, en (Efesios 6:14), Pablo pudo haberse referido a un delantal de cuero que ofrecía alguna protección al abdomen pero permitía libre el movimiento para la acción. En este sentido, el ceñidor, o delantal, era una pieza básica de la armadura. Y, según Pablo, esa parte era “la verdad”.

Junto con ese “ceñidor de verdad” estaba la coraza de justicia. De este modo, en un mismo versículo, Pablo vincula los conceptos de verdad y de justicia.

Lee los textos que siguen. ¿Cómo nos ayudan a comprender el vínculo entre la verdad y la justicia, y por qué son tan importantes para nuestra protección espiritual en la gran controversia? 1 Reyes 3:6; Salmos 15:2; 96:13; Proverbios 12:17; Isaías 48:1; 2 Corintios 6:7; Efesios 5:9.

Cuando Pablo habla de la justicia como de una coraza, en el contexto de la guerra espiritual, piensa en problemas morales. Hacer lo correcto y practicar justicia, es decir, vivir la “verdad”, es tan vital para los cristianos en la batalla contra los poderes del mal como la coraza lo era para el soldado en el campo de batalla. Cuando dejamos de hacer lo que es correcto, cuando volvemos las espaldas y no hacemos lo que sabemos es la verdad, somos presa fácil de los ataques de Satanás.

Al mismo tiempo, aunque esta “justicia” incluya vivir una vida correcta, siempre debemos recordar el otro aspecto de la justicia: el de Cristo, que cubre al creyente y constituye la única esperanza de salvación para el cristiano. Mientras nos aferremos a esta verdad, que nuestra salvación descansa en Jesús, podemos estar protegidos de uno de los más eficaces ataques espirituales de Satanás contra nosotros: el desánimo.

¿Te has sentido alguna vez tentado a abandonar tu caminar con Jesús al haberte desanimado por tu vida, tu carácter, tus acciones? Si es así, ¿por qué el comprender la verdad acerca de la justicia de Cristo es tan vital para una fuerte defensa contra los ataques de Satanás?