En el principio creó Dios los cielos y la tierra
(Gén. 1:1)
JESÚS, EL CREADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Génesis 1:1; Hebreos 11:3; Salmos 19:1-3; Juan 1:1-3; Colosenses 1:15, 16; Juan 2:7-11.
SOLO ALGO MÁS GRANDE que la creación pudo haberla creado. Así, el único Ser más grande que el universo pudo haber creado el universo. Y ese Ser es el Dios que se revela en la Biblia, el Dios a quien adoramos y servimos porque, entre otras cosas, es nuestro Creador.
También aprendemos que este Dios -el que creó el universo, el que tejió las miles de millones de galaxias en la expansión del cosmos- es el mismo que vino a la tierra para vivir entre nosotros como un ser humano y, aún más asombroso, que cargó sobre sí mismo el castigo de nuestros pecados.
A veces oímos de cosas que son "demasiado buenas para ser ciertas". ¿Qué podría ser mejor para nosotros, como seres pecadores en un mundo caído y lleno de dolor, que conocer la maravillosa verdad del amor de nuestro Creador, un amor tan grande que lo haría descender en la persona de Cristo y vincularse con cada uno de nosotros con lazos que nunca pueden quebrarse?
En respuesta a tan maravillosa verdad, ¿cómo hemos de vivir nuestras vidas?