"Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús" (Filipenses 4:19).

MAL NATURAL

martes 19 de febrero, 2013

Por supuesto, una de las grandes preguntas con las que debe lidiar todos los creyentes en un Dios amante es el problema del mal; no solo el mal humano sino también con lo que se llama el "mal natural". Es decir, aquellas cosas malas que suceden en la naturaleza (inundaciones, huracanes, sequías, terremotos, etc.) y causan mucho dolor y sufrimiento, no solo a los humanos, sino también a los animales.

¿Cómo hemos de entender estas cosas? Si Dios controla la creación, ¿por qué suceden esas cosas?

Uno de los primeros libros de la Biblia es el de Job, donde estas preguntas (y otras) fueron dolorosamente reales para Job (ver la cuarta lección).

Lee Job 42. ¿Qué nos responde este capítulo? ¿Qué preguntas quedan sin responder?

Cualquiera que haya leído el libro de Job quedó, tal vez, con más preguntas que respuestas. El libro revela verdades importantes de la gran controversia (ver también Apocalipsis 12:12), que nos ayudan a formar el telón de fondo vital para comenzar a comprender la existencia del mal. El escenario de la gran controversia, sin embargo, no explica cada caso. En realidad, explicar el mal sería, en cierto sentido, justificarlo, y nunca debemos hacer eso. La gran controversia puede revelar los grandes problemas detrás del mal; el motivo solo nos dice algo acerca de cada situación de maldad.

Job no entendió, ni tampoco nosotros, el tener que afrontar pérdidas tan catastróficas. Aunque Dios le habló a Job, no le dio una respuesta a sus preguntas, ni explicó la causa de lo que había sucedido. Sencillamente le recordó a Job que hay cosas más allá de su conocimiento, y que tendría que confiar en él, lo cual Job hizo. Nuestra experiencia a menudo es similar; podemos no recibir una respuesta a nuestras preguntas. Pero la historia de Job nos da vislumbres importantes de la naturaleza del mal y nos muestra que Dios está enterado de las luchas que enfrentamos.

Lee la cita en la introducción del sábado. ¿Cómo nos ayuda a lidiar mejor el problema del mal el saber que Dios mismo también sufrió grandemente por su causa?