"El hijo del hombre es Señor del sábado" (Mateo 12:8).

UN SALMO PARA EL SÁBADO

jueves 14 marzo, 2013

Lee el Salmo 92. ¿Qué nos dice, por lo menos en parte, acerca de cómo debe ser la experiencia de la observancia del sábado? ¿Por qué, cuando pensamos en Dios, debemos expresar la clase de gozo manifestado en este salmo?

El salmista obviamente conocía a Dios: sabía cómo era Dios, lo que había hecho y lo que un día haría. Por estas razones, él expresa el gozo del modo en que lo hace.

Considera también, los ricos temas expresados en este “cántico para el sábado”.

Primero y principal, esta es una alabanza y un agradecimiento a Dios por su bondad y fidelidad. Además, cualquier “cántico para el sábado”, por supuesto, incluiría el reconocimiento de Dios como Creador como también lo vemos aquí.

Asimismo, considera el tema del juicio. En la Biblia, el juicio no es solo contra los impíos, sino también en favor de los justos (ver Daniel 7:20-28). Estos dos aspectos del juicio son revelados en este salmo. Aun si no vemos ahora el cumplimiento de esto, tenemos la promesa de que este juicio, en última instancia, vendrá al final del tiempo, cuando Dios haga nuevas todas las cosas (Apocalipsis 21:5).

Si no obtenemos nada más de este salmo, deberíamos ver que el sábado, aunque sagrado, es un tiempo de deleite en el Señor, de regocijarse en él y en todo lo que él ha hecho y nos ha prometido hacer por nosotros. Todo el tono del salmo es de alabanza, gozo y felicidad, no por algo que el salmista haya hecho, sino solo por todo lo que Dios ha hecho y ha prometido hacer.

¡Qué regalo se nos ha dado, un séptimo de nuestras vidas puesto aparte cada semana para descansar y regocijarnos, libres del trajín y el estrés de la existencia mundana, en las obras de Dios en nuestro favor!

¿De qué forma podemos aprender a regocijarnos en el sábado como el salmista? Si no tienes esta experiencia, ¿por qué no tratas de lograrla?

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