“Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar” Habacuc 2:14.

CONCLUSIÓN

viernes 24 de mayo, 2013

Lee los siguientes comentarios y analiza cómo nos ayuda a comprender mejor los mensajes de Habacuc.

“Hay una respuesta a la pregunta de Habacuc. Es una respuesta, no en términos de pensamiento, sino en términos de eventos. La respuesta de Dios sucederá, pero no se puede expresar en palabras. La respuesta seguramente vendrá; ‘y si parece lenta, espérala’. Es cierto, el período de espera es difícil de soportar; el justo se horroriza por lo que ve. A esto se le da la gran respuesta: ‘El justo por su fe vivirá’. Es una respuesta, otra vez, no en términos de pensamiento, sino en términos de existencia. La fe profética es confiar en él, en cuya presencia la quietud es una forma de comprender”

(Abraham J. Heschel, The Prophets, p. 143)

“Debemos apreciar y cultivar la fe acerca de la cual testificaron los profetas y los apóstoles, la fe que echa mano de las promesas de Dios y aguarda la liberación que ha de venir en el tiempo y de la manera que él señaló. La segura palabra profética tendrá su cumplimiento final en el glorioso advenimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, como Rey de reyes y Señor de señores. El tiempo de espera puede parecer largo; el alma puede estar oprimida por circunstancias desalentadoras; pueden caer al lado del camino muchos de aquellos en quienes se puso confianza; pero con el profeta que procuró alentar a Judá en un tiempo de apostasía sin parangón, declaremos con confianza: ‘Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra’ (Hab. 2:20)”

(PR 286)

Preguntas para Dialogar:

  1. Resume el diálogo de Habacuc con Dios. ¿Cuál era su queja básica? ¿Cómo respondió él a las respuestas de Dios?
  2. ¿Podría ser que, a los ojos de Dios, preguntas honestas e incluso dudas son actitudes religiosas más aceptables que una creencia meramente superficial? Justifica tu respuesta.
  3. Todos los adventistas de generaciones pasadas creían que Cristo ya habría regresado a esta altura de la historia, y que ellos habrían visto el cumplimiento final de todas estas promesas maravillosas. ¿Cómo aprendemos a mantener la fe mientras nosotros, otra generación, espera su retorno?