"El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia" Proverbios 28:13

DEFINICIÓN DE VERDADERO ARREPENTIMIENTO

lunes 05 agosto, 2013

¿Cómo describe el apóstol Pablo el verdadero arrepentimiento? 2 Cor. 7:9-11.

El arrepentimiento es una tristeza por el pecado que inicia Dios. También incluye la decisión de abandonar todo pecado específico que el Espíritu Santo nos recuerde (Eze. 14:6; Zac. 1:4). El arrepentimiento genuino no lleva a los cristianos a un estado de profunda depresión por causa de su naturaleza o sus actos pecaminosos. "La tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación" (2 Cor. 7:10). Nos lleva, en cambio, a concentrarnos en la justicia de Jesús, no en nuestra pecaminosidad. Produce una "solicitud": "puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe" (2 Cor. 7:11; Heb. 12:2).

En todo el Nuevo Testamento, la enormidad de nuestro pecado nunca es más grande que la enormidad de la gracia de Dios. Porque "cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia" (Rom. 5:20). Esto fue ciertamente verdadero en la experiencia del apóstol Pablo.

Lee 1 Timoteo 1:14 al 17 y Hechos 26:10 al 16. ¿Qué nos dicen estos pasajes acerca de la pecaminosidad de Pablo y de la justicia de Jesús?

Cuando el apóstol Pablo se dio cuenta de que estaba persiguiendo al Señor de la gloria, fue inducido a caer de rodillas con arrepentimiento y confesión genuinos. A lo largo de toda su vida, nunca se cansó de contar la historia de su propia pecaminosidad y de la gracia de Dios. Su arrepentimiento no lo dejó en un estado de depresión; en cambio, lo impulsó a los brazos de un Salvador amante y perdonador. La confesión de su pecado no lo dejó con un sentido de mayor culpabilidad que antes. Se centró no en cuán injusto era, sino en cuán justo era Jesús.

¿Te has sentido alguna vez que eras "el principal" de los pecadores? O, si no el principal, ¿todavía demasiado pecador como para ser salvado? ¿Cómo puedes aprender a descansar en la seguridad de que la justicia de Cristo es suficiente para salvarte?

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