“Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida” (Rom. 5:10).
DE SEPARACIÓN A SERVICIO
Pablo y Bernabé trabajaron juntos en testificar de Jesús. Pero tuvieron algunos roces entre ellos (Hech. 15:36-39). Pablo no podía confiar en alguien tan miedoso como Juan Marcos. Los peligros potenciales de la predicación del evangelio habían hecho que Juan Marcos abandonara a Pablo y a Bernabé anteriormente, y volviera a casa.
“Esta deserción indujo a Pablo a juzgar desfavorable y aun severamente, por un tiempo, a Marcos. Bernabé, por otro lado, se inclinaba a excusarlo por causa de su inexperiencia. Anhelaba que Marcos no abandonase el ministerio, porque veía en él cualidades que lo habilitarían para ser un obrero útil para Cristo” (HAp 140)
Aunque Dios usó a todos estos hombres, los problemas entre ellos necesitaban solucionarse. El apóstol, que predicaba la gracia, necesitaba extender gracia al joven predicador que lo había chasqueado. El apóstol del perdón necesitaba perdonar. Juan Marcos creció con su mentor, Bernabé, y finalmente el corazón de Pablo se convenció de los cambios.
¿De qué modo las cartas enviadas desde la prisión a Timoteo y a la iglesia de Colosas revelan la relación renovada de Pablo con Juan Mar- cos, y una nueva confianza en este joven predicador? Col. 4:10 y 11; 2 Tim. 4:11.
Aunque los detalles de la reconciliación de Pablo con Juan Marcos son es- casos, el registro bíblico es claro. Juan Marcos llegó a ser uno de los compañeros de confianza del apóstol. Pablo lo recomendó altamente a la iglesia de Colosas, como uno de los que lo “ayudan” en la predicación. Al final de la vida de Pablo, él animó con energía a Timoteo a que viniera con Juan Marcos a Roma, porque a él le era “útil para el ministerio”. El ministerio de Pablo era enriquecido por el joven predicador, a quien obviamente había perdonado. La barrera entre ellos fue quebrantada y pudieron trabajar juntos en la causa del evangelio.
¿Cómo podemos aprender a perdonar a los que nos han herido o chasqueado? Al mismo tiempo, ¿por qué el perdón no siempre incluye una restauración completa de una relación previa? ¿Por qué no siempre esto es necesario?