“Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro del Santuario, y de aquel verdadero Tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre”
Hebreos 8:1 y 2
EL GRAN SUMO SACERDOTE
¿Qué revelan los siguientes textos acerca del ministerio de Cristo como Sumo Sacerdote? Hebreos 2:17 y 18; 3:6; 4:14 y 15; 7:24 al 28; 8:1 al 3.
Jesús es el “gran Sumo Sacerdote” (Heb. 4:14). Él es superior a todos los sumos sacerdotes y gobernantes de la tierra. La Biblia asigna varias cualidades a Jesús como el gran Sumo Sacerdote:
- Misericordioso y fiel. Las dos características de misericordia y fidelidad (Heb. 2:17) son apropiadas para el rol de Cristo como mediador, porque él otorga sus dones a nosotros (“misericordioso”), y es leal con su Padre y con nosotros (“fiel”).
- Con nosotros. Jesús puede simpatizar con nosotros (Heb. 2:18; 5:2, 7). Puesto que él vivió como un humano, podemos confiar en que es un ayudador compasivo y perfecto. No obstante, él no está en la misma situación que nosotros, porque él es “sin pecado” (Heb. 4:15).
- Sobre nosotros. Jesús, como Sumo Sacerdote, no está en la comunidad de los creyentes, como estaba Moisés; él está sobre nosotros, como un hijo preside sobre la casa de su padre (Heb. 3:6). Cristo goza de plena autoridad entre los santos.
- Según nuestra semejanza. El origen divino de Jesús no le dio ningún derecho exclusivo. Fue tentado como nosotros (Heb. 4:15). Las tentaciones en el desierto de Judea muestran que él fue tentado en las dimensiones física, mental y espiritual (Mat. 4:1-11).
- Por nosotros. Cristo aparece en el Santuario celestial en la presencia de Dios “por nosotros” (Heb. 9:24), e intercede por nosotros (Heb. 7:25). Gracias a Dios que tenemos un representante divino que se presenta en el Juicio en nuestro lugar.
Jesús está en el cielo “por nosotros”. ¿Qué significa esto? ¿Cómo puedes obtener seguridad y certeza de esta maravillosa verdad?