“Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo” Juan 1:17
LA LEY Y LAS NACIONES (Hech. 10:34, 35)
Lee Hechos 10:34 y 35; 17:26 y 27; y Romanos 1:20 y 2:14. ¿Cuál es la enseñanza central de estos textos?
A pesar de las equivocaciones de Israel, Dios no dejó a las otras naciones sin testigos. Los que no tuvieron el privilegio de recibir la revelación escrita de Dios recibieron mensajes divinos por medio de las páginas de la revelación natural (Rom. 1:20). El libro de la naturaleza de Dios contiene suficiente información para dirigir a una persona a él.
Dios también ha instalado una medida de deseo espiritual en cada ser humano. Según Pablo, los que sienten que Dios mora en ellos se ocuparán en buscarlo para hallarlo (Hech. 17:27). Muchas personas sienten en su vida un vacío que, en última instancia, nada de lo que este mundo ofrece (fama, poder, dinero, sexo), puede llenar. Este era el centro del mensaje del libro del Eclesiastés. Esta vacuidad, esta falta de satisfacción, a menudo lleva a los seres humanos a buscar algo más allá, algo que trascienda su existencia diaria. Son atraídos a la verdad revelada en su deseo por apagar los anhelos y la vacuidad de su alma.
Ya sea que la voluntad de Dios esté revelada por medio de documentos escritos o en la naturaleza, la persona que la recibe tiene la responsabilidad de vivirla. La verdad es verdad, no importa qué vehículo la transmita; y los que ignoren la verdad experimentarán la ira de Dios (Rom. 1:18). En consecuencia, aunque muchas personas puedan no haber recibido la Biblia o los Diez Mandamientos, Dios todavía las tiene por responsables por las porciones de verdad que han captado. En última instancia, todos serán juzgados, y la norma de justicia será la Ley: ya sea la de Dios expresamente revelada por medio de su profeta Moisés, o, para quienes ignoran la Ley escrita, la ley de la conciencia, que se ha desarrollado al escuchar la voz de Dios en la naturaleza.
¿Qué gran chasco has afrontado que te ayudó a ver cuán indignas de confianza e insatisfactorias pueden realmente ser las cosas de este mundo? ¿Cómo puedes aprender de estos chascos lo que realmente es importante?