“Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”

Marcos 10:45.

EL HIJO

sábado 05 julio, 2014

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Daniel 7:13 y 14; Mateo 11: 27; 20:28; 24:30; Lucas 5:17 al 26; Juan 8:58.

Después de más de dos años de ministerio público, Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?” (Mat. 16:13). Fue fácil para ellos informarle lo que habían escuchado que decía la gente acerca de él. Pero, más difícil fue responder la siguiente pregunta: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” (Mat. 16:15). Ahora era una pregunta personal. Jesús no les pidió sus opiniones acerca de su apariencia exterior ni de su carácter. En lugar de eso, su pregunta apuntó a la esencia del ser de Jesús. Tenían que expresar su convicción y su fe personales.

Todo ser humano, tarde o temprano, deberá responder la misma pregunta. Tenemos que decidir, individualmente, quién es Jesús para nosotros. No sirve repetir lo que otros han dicho o creído. Lo importante es definir una postura personal. Y de esa respuesta depende el destino de cada ser humano.

Esta semana trataremos de encontrar la respuesta basándonos en lo que Jesús mismo dijo e hizo. Nuestro objetivo es llegar, por fe, a la misma respuesta que Pedro: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (vers. 16).

Más de ESU