“Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Juan 14:15
Jesús profundizó el significado de la Ley
Luego de establecer la perpetuidad de los Diez Mandamientos, Jesús continuó su Sermón del Monte exponiendo algunos ejemplos específicos de las leyes del Antiguo Testamento. El pueblo había malinterpretado tanto estos mandatos específicos que Jesús sintió que era de vital importancia explicar su verdadero significado.
¿Qué contraste presentó Jesús para cada aspecto de la Ley mencionado en el Sermón del Monte? ¿A qué autoridad apeló en todos los casos? Mat. 5:21 al 44.
Nota que, en cada caso, Jesús cita primeramente un texto del Antiguo Testamento (Éxo. 20:13, 14; Deut. 5:17, 18; Éxo. 21:24; Lev. 24:20; Deut. 19:21) y, luego, pareciera argumentar en contra de cada texto. ¿Estaba Jesús desacreditando la Ley? Por supuesto que no. Al explicar mejor y ampliar lo que los líderes religiosos habían reducido a nada más que formalidades, Jesús simplemente está contrastando las enseñanzas de los fariseos con el verdadero significado de la Ley.
Los rabinos citaban la tradición como la autoridad para sus interpretaciones de la Ley. En oposición a esto, Cristo habló basado en su propia autoridad, como el dador mismo de la Ley. La expresión “pero yo os digo” aparece seis veces en este capítulo. ¿Quién sino el Señor mismo podía hacer semejante aseveración?
Lo fascinante, también, es que los requerimientos de Cristo van radicalmente más allá de la simple forma de la Ley. Sus enseñanzas incluyen el espíritu que está detrás de la letra de la Ley; el espíritu que imparte significado y vida a lo que, de otro modo, sería mero formalismo. Guardar la Ley, por sí solo, como un fin en sí mismo, solo llevaría a la muerte, a menos que entendamos la Ley como una expresión de lo que significa ser salvos por gracia.
Considera la actitud de los escribas y los fariseos, tal como está descrita en Mateo 23:3 al 5 y 23 al 28. ¿De qué manera podemos obedecer los Mandamientos de Dios de todo corazón, sin caer en una hipocresía y un legalismo similares? ¿Qué papel importantísimo juega la correcta comprensión de la gracia para evitar que caigamos en el legalismo?