“Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean rectos. No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal” Prov. 4:26, 27

Protege a tus amistades

martes 6 de enero, 2015

Alguien dijo cierta vez: “Señor, protégeme de mis amigos; de mis enemigos me defiendo yo”. El libro de los Proverbios se ocupa de la vulnerabilidad de la amistad; nos aconseja sobre el modo de conservar a nuestros amigos y, si fuera necesario, también protegernos de ellos. La palabra hebrea para “amigo” además significa “vecino”, quien está cerca de nosotros y que ya es nuestro amigo o podría llegar a serlo. La sabiduría bíblica valora las relaciones hu manas, y sugiere atención y respeto en estas relaciones.

Lee Proverbios 6:1 al 5. ¿A qué problema se refiere Salomón y cuál es la solución? ¿Qué principio espiritual vital encontramos aquí?

Mientras la Torá insta a la gente a ayudar a los pobres y prestar dinero sin cobrar intereses (Éxo. 22:25), la sabiduría nos advierte en contra de dar respaldo financiero precipitado a un amigo que está con deudas. El deber de la caridad no excluye el deber de la justicia (Éxo. 23:2, 3). Aunque debemos ser generosos cuando podemos, es sabio asegurarnos de que nuestra caridad no se transforme en un fracaso (comparar con Prov. 22:27).

Por esto, Proverbios nos da un consejo sabio. La primera precaución se aplica a nuestras palabras. Cuán vital es que evaluemos la situación y nos aseguremos de que tenemos recursos para ayudar a nuestro amigo. Si es así, solo entonces podremos hablar y prometer. En realidad, la calidez de nuestra rela ción o el actuar en un momento de emoción pueden precipitar un compromiso que podríamos lamentar más adelante.

No importa cuán bien intencionado hayas sido, es vital pensar antes de actuar, y no comprometerte a hacer algo que no puedas cumplir. El punto es que, si nos metemos en un aprieto, tendremos que hacer lo que podamos para arreglar la situación, incluso humillarnos, admitir nuestra equivocación y pedir que se nos extienda la gracia.

¿Cómo aprendemos a equilibrar nuestro deseo de llevar los unos las cargas de los otros (Gál. 6:2) con las palabras que nos brinda este proverbio?