“Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean rectos. No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal” Prov. 4:26, 27

Protege tu trabajo

miércoles 07 enero, 2015

Lee Proverbios 6:6 al 8. ¿Qué podemos aprender de las hormigas?

Las hormigas no solo trabajan mucho (aún más que los humanos, si comparamos la carga que son capaces de llevar con la que los humanos podemos llevar, en proporción a los respectivos pesos); ellas también trabajan en forma independiente y no necesitan ser supervisadas. La razón principal de su duro trabajo es prepararse para el futuro. Ellas “esperan” tiempos difíciles (el invierno) y se preparan para ello. Así la hormiga nos enseña la sabiduría de pensar acerca del futuro cuando hacemos planes o nos ocupamos de alguna actividad. “Este asunto requiere la consideración de todo padre, maestro y alumno, de todo ser humano, joven o viejo. No puede ser perfecto o completo ningún proyecto de negocios o plan de vida que abarque únicamente los breves años de la vida actual y no haga provisión para el futuro eterno” (Ed 145).

Lee Proverbios 6:9 al 11. ¿Qué podemos aprender del perezoso?

El perezoso es quien tiene que aprender algo de la hormiga, no al revés. “Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio” (Prov. 6:6). Mientras las hormigas trabajan, el perezoso duerme. Mientras las hormigas son productivas durante el tiempo de cosecha, los perezosos cruzan sus manos, un símbolo de indolencia. Las hormigas llevan cargas más pesadas que ellas mismas y se preparan para el futuro; los perezosos viven en el presente y están ocupados solo consigo mismos.

Aunque aquí se condena la indolencia y la pereza, también debemos recordar que la vida es algo más que trabajar y ganar dinero. ¿De qué modo el sábado, como se presenta en el contexto de la semana de labor, nos ayuda a encontrar el equilibrio correcto?

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