Conclusión
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: En Jeremías 18:11 al 17, encontramos que Dios le dice a su pueblo que deje de hacer las cosas que estaba haciendo. El versículo 11 dice: “¡Vuélvanse de su mal camino; enmienden su conducta y sus acciones!” (NVI). El versículo 12 dice, básicamente, que Dios ya sabe que no escucharán sus advertencias y ruegos, ya que continuarán haciendo el mal “que le dicte su obstinado corazón” (NVI). Dios entonces anuncia lo que hará por causa de su desobediencia. Este es uno de los muchos lugares en la Biblia que muestran que el conocimiento previo que Dios tiene de nuestras libres elecciones de ninguna manera viola nuestra libertad de elegir. Después de todo, ¿por qué rogaría Dios que se volvieran de sus maldades si ellos no tuvieran la libertad de serle obedientes? Además, ¿por qué los castigaría por no obedecer si no tuvieran la libertad para desobedecer? Lo que es claro es que Dios sabía exactamente cuáles serían sus libres elecciones aun antes de que las hicieran. Esta verdad importante también se ve, por ejemplo, en Deuteronomio 31:16 al 21. Aun antes de que los hijos de Israel entraran en la Tierra Prometida, Dios le dijo a Moisés que él sabía que ellos “se volverán a dioses ajenos y les servirán” (vers. 20). Aquí hay más evidencias de que el preconocimiento de Dios de nuestras elecciones no viola la libertad que tenemos de hacer esas elecciones.
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
- Medita en la pregunta nal de la sección del jueves. ¿Quién no ha oído a alguna persona que dice que hace tal y tal cosa porque Dios le dijo que la hiciera? (¿Cómo puedes responder a quien diga eso?) Aunque no hay dudas de que Dios nos conduce, ¿de qué maneras podemos probar esa conducción para asegurarnos de que realmente es de Dios?
- Jeremías dijo que la palabra de Dios era como “un fuego en mis huesos”. ¿Cómo podemos mantener encendido ese fuego también dentro de nosotros?
- ¿Qué encontramos en los versículos que consideramos esta semana que puede ayudarnos a comprender lo que está involucrado en el reavivamiento y en la reforma? (Después de todo, ¿no era eso lo que Dios buscaba que hiciera su pueblo?) Por ejemplo, ¿por qué reconocer nuestra propia pecaminosidad es tan importante para el reavivamiento? Recordando esto, ¿por qué la Cruz y la esperanza que ofrece deben también ser centrales en el reavivamiento?