UN LLAMADO AL ARREPENTIMIENTO
Lee Jeremías 26:1 al 6. ¿Qué esperanza le ofrece Dios al pueblo aquí?
El mensaje aquí era el mismo que está en toda la Biblia, en el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento: el llamado al arrepentimiento, a apartarnos de nuestros pecados y a encontrar la salvación que Dios ofrece a todos.
¿Cuál es el mensaje de los siguientes textos? 2 Crón. 6:37-39; Eze. 14:6; Mat. 3:2; Luc. 24:47; Hech. 17:30.
“Todos los habitantes de Judá eran personas sin méritos; sin embargo, Dios no quería renunciar a ellos. Por su medio, el nombre de él debía ser ensalzado entre los paganos. Muchos que desconocían por completo sus atributos habían de contemplar todavía la gloria del carácter divino. Con el propósito de presentar claramente sus designios misericordiosos, seguía enviando a sus siervos los profetas con el mensaje: ‘Volveos ahora de vuestro mal camino’ (Jer. 25:5). ‘Por amor de mi nombre dilataré mi furor, y para alabanza mía te reprimiré para no destruirte’. ‘Por mí, por amor de mí lo haré, para que no sea mancillado mi nombre, y mi honra no la daré a otro’ (Isa. 48:9, 11)”
PR, p. 235
En ambos Testamentos, el mensaje de Dios es el mismo también para todos nosotros: somos pecadores, hemos hecho el mal, merecemos el castigo. Pero, por medio de la muerte expiatoria de Jesús, Dios trazó el camino para que todos podamos ser salvos. Necesitamos reconocer nuestra pecaminosidad, necesitamos reclamar por fe los méritos de Jesús, que se nos dan libremente a pesar de nuestra indignidad, y necesitamos arrepentirnos de nuestros pecados. Y, por supuesto, el verdadero arrepentimiento incluye poner el pecado fuera de nuestras vidas por la gracia de Dios.
No importa lo que hayamos hecho, podemos arrepentirnos de nuestros pecados y ser perdonados. Esta es la gran provisión del evangelio. ¿De qué pecados necesitas arrepentirte ahora mismo?