“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron” (Apoc. 21:4).

LAS PREGUNTAS DE “POR QUÉ”

lunes 21 marzo, 2016

Génesis 1:2 describe la Tierra como “desordenada y vacía”. Jeremías usa la misma frase para describir la Tierra después de las siete plagas y la Segunda Venida, en la que cada ciudad estará “asolada delante de Jehová” (Jer. 4:26). En Jeremías, no hay hombres (vers. 25); en el informe de Juan, Satanás es incapaz de engañar a ninguno (Apoc. 20:3).

Los efectos universales de la Segunda Venida explican qué sucede aquí en Apocalipsis. Primero, Jesús lleva a sus seguidores a un lugar que él fue a preparar cuando dejó la Tierra (Juan 14:1-3). Pablo añade que los seguidores incluyen a los vivos y a los resucitados (1 Tes. 4:16, 17). Juan añade otro detalle: después de la primera resurrección en la Segunda Venida, el resto seguirá muerto hasta que hayan pasado mil años (Apoc. 20:5).

Lee Apocalipsis 20:4. ¿Qué se describe en este texto?

“Recibieron facultad de juzgar”. ¿Cómo pueden juzgar sin obtener más información? Antes de la destrucción final de los impíos, los salvos tendrán la oportunidad de que muchas de sus preguntas sean contestadas. Aún más asombroso, los redimidos juzgarán a los perdidos.

“Junto con Cristo juzgan a los impíos, comparando sus actos con el libro de la Ley, la Biblia, y fallando cada caso en conformidad con los actos que cometieron por medio de su cuerpo. Entonces, lo que los malos tienen que sufrir es medido según sus obras, y queda anotado frente a sus nombres en el libro de la muerte” (CS 719).

Mientras los registros están abiertos, veremos las innumerables veces que Dios llamó a los perdidos con palabras de bondad y amor. Cuán pacientemente él persistió, solo para que su voz fuera ahogada por el bullicio de las cosas de este mundo, presentadas como deseables. Cómo esperó él, anhelando una oportunidad de ser reconocido como el que pagó un precio infinito para que pudieran tener vida; pero ellos, en cambio, eligieron la muerte. ¿Hay algo en tu vida que te impide escuchar su voz? Él está todavía esperándote con paciencia. Elige la vida.

Lee 1 Corintios 4:5. ¿Qué se nos promete aquí con respecto a la Segunda Venida? ¿Cómo puedes apoyarte en esta promesa ahora, cuando aún tienes muchas preguntas sin respuesta?

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