Conclusión
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Piensa acerca del milenio y del modo en que lo entendemos. Aunque no se nos explica mucho, se dice lo suficiente como para saber algunas cosas. Primero, el milenio ocurre antes de la destrucción de los perdidos. Segundo, antes de la destrucción final, los salvados pasarán este tiempo obteniendo respuesta a muchas preguntas. Tal es así que ellos mismos participarán en ese juicio. Es decir, ellos mismos estarán juzgando. “¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo?” (1 Cor. 6:2) Y: “¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles?” (vers. 3). También, como leímos esta semana, durante estos mil años “recibieron la facultad de juzgar” (Apoc. 20:4); es decir, los santos la recibieron. De esta forma, estos dos puntos juntos revelan una verdad importante: ninguno de los perdidos afrontará el Juicio Final hasta después del milenio, hasta que los salvados no solo entiendan por qué los impíos se pierden, sino también que cumplan una función al pronunciar sentencia sobre ellos. Piensa en lo que esto nos dice sobre el carácter de Dios y la transparencia de su gobierno: antes de que una sola persona afronte el destino final de los perdidos, el pueblo de Dios podrá ver con claridad la justicia y la equidad del juicio final de Dios sobre ellos. Será doloroso, ciertamente; pero cuando esté terminado, como ya vimos, gritaremos: “Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo” (Apoc. 16:5).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
- ¿De qué manera la realidad del Gran Conflicto nos ayuda a comprender mejor por qué existen ahora el sufrimiento y la muerte, aun cuando muchas preguntas difíciles queden sin responder?
- Si alguien te pregunta: “¿Cómo puedo tener un caminar más íntimo y estrecho con el Señor?”, ¿qué le dirías?
- Medita en la idea de estar preparado ahora para el cielo. ¿Qué significa esto? ¿Cómo entendemos esta idea a la luz del evangelio?
- ¿Cuáles son algunas de las preguntas que te gustaría ver respondidas? Hasta que esto suceda, ¿de qué modo aprendes a confiar en la bondad y la justicia de Dios en medio de tanta tragedia?