OBSERVANCIA DEL SÁBADO
Como resulta claro en los informes de los evangelios, Jesús no abolió el sábado. Si hizo algo, fue restaurar el sábado, liberarlo de las pesadas cargas que la gente había puesto sobre él. Centenares de años más tarde, los cristianos seguían descansando y adorando en sábado. El historiador Sócrates Escolástico, del siglo V, escribió: “Casi todas las iglesias por todo el mundo celebraban los sagrados misterios (la Cena del Señor) el sábado de cada semana; no obstante, los cristianos de Alejandría y de Roma, por causa de alguna antigua tradición, rehúsan hacer esto”.−Ecclesiastical History, libro 5, p. 289. No hay dudas, cualquiera que sea la razón por la que todos estos incidentes están registrados en los evangelios, no es para alejar a nadie del sábado.
Lee otra vez Mateo 12:12, y concéntrate en la frase: “Está permitido hacer el bien en sábado” (NVI). ¿Qué significa eso, no solo en el contexto inmediato que Jesús estaba atendiendo sino, en cambio, en el contexto mayor de lo debe incluir la observancia del sábado?
Aunque la ley judía permitía dar atención médica en sábado a una persona cuya vida estuviera en peligro, Jesús fue más allá. Las curaciones, tal vez aun las curaciones que se podrían haber hecho en otro día, eran permitidas en sábado. Recordando esto, considera lo que Jesús dice más tarde en Mateo. “Todo maestro de la ley que ha sido instruido acerca del reino de los cielos es como el dueño de una casa, que de lo que tiene guardado saca tesoros nuevos y viejos” (NVI). No hay dudas, Jesús estaba sacando también tesoros nuevos.
Lee Isaías 58:7 al 13. Lo que este texto expresa ¿de qué modo ayuda a reflejar lo que significa realmente seguir al Señor y vivir los principios de la Ley, incluyendo el sábado? ¿Cómo entendemos la frase “reparador de portillos”, especialmente en el contexto de los mensajes de los tres ángeles?