LA GRANDEZA DEL PERDÓN
Una de las peores consecuencias de la Caída se ve en las relaciones interpersonales. Desde Adán echándole la culpa a Eva (Gén. 3:12) hasta ahora, nuestra raza ha sido arrasada y degradada por conflictos entre personas, no solo en el mundo sino también en la iglesia.
Lee Mateo 18:15 al 35. ¿Qué nos enseña Jesús aquí? No obstante, ¿por qué a menudo no seguimos sus consejos?
Afrontémoslo: es más fácil quejarnos de una persona por atrás que ir directamente a ella y resolver el problema. Por eso no lo hacemos, a pesar de lo que el Señor nos ha dicho al respecto. Jesús nos enseña a ir directamente a quien nos hirió e intentar restaurar la relación. Si la persona no es receptiva, hay instrucciones adicionales.
“Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mat. 18:20). Considera el contexto de este versículo: tiene que ver con la disciplina y la restauración de otra persona. (Tendemos a aplicar este texto más ampliamente.)
Jesús dice que el Espíritu Santo está presente cuando un pequeño grupo trata de restaurar a un creyente. Esta es la hermosa obra de la Redención. Y comienza con hacer lo correcto con humildad y hablar directamente con alguien que te ha herido. Esto es otro ejemplo de grandeza en quien actúa así.
Lee Mateo 18:21 al 35. ¿Qué punto vital presenta Jesús?
Cuando Jesús indica “perdonar setenta veces siete”, está diciendo que nunca debemos dejar de perdonar a alguien. Jesús habla de la necesidad del perdón no solo para el beneficio de otros, sino de uno mismo. Considera la parábola que presentó para establecer esto. Se nos puede perdonar por muchas cosas; de eso trata el evangelio: del perdón (ver Éxo. 32:32; Hech. 5:31; Col. 1:14). No obstante, si no perdonamos a otros de la manera en que Dios nos ha perdonado, enfrentaremos graves consecuencias.
¿Por qué es importante meditar sobre la Cruz y el perdón que se nos ha dado por medio de ella? Si Dios hizo esto por ti, si eso es lo que se necesitó para perdonarte, ¿cómo puedes aprender a perdonar a otros, sin importar cuán imposible parezca ser ese perdón?