“En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?” (Mat. 18:1).

¿QUÉ HAY EN ESTO PARA NOSOTROS?

miércoles 25 de mayo, 2016

¿Qué sucede inmediatamente después del incidente con el joven rico? “Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos?” (Mat. 19:27).

Nada en el texto dice qué originó esta pregunta, pero fácilmente podría ser una respuesta al alejamiento del joven rico de Jesús. Pedro parece estar implicando que, a diferencia de este hombre y de otros que rechazaron a Jesús o lo dejaron después de un tiempo, él y los otros discípulos habían dejado todo por Jesús. Ellos seguían fieles a Jesús, incluso a un gran costo personal. De ese modo, la pregunta es: ¿Qué ganamos nosotros con esto?

Desde la perspectiva actual, podríamos ver esta pregunta como otra indicación de cuán duros de corazón y espiritualmente torpes eran los discípulos (y hasta cierto punto, eso es cierto). Por otro lado, ¿por qué no hacer una pregunta como la de Pedro? ¿Por qué no podía preguntar qué obtendrían al seguir a Jesús?

Después de todo, la vida es dura, aun para aquellos que tienen lo mejor. Todos estamos sujetos a traumas, a chascos, al dolor de nuestra existencia caída. En el siglo XIX, un intelectual italiano llamado Giácomo Leopardi escribió acerca de dominar la infelicidad de los seres humanos, diciendo que “mientras el hombre sienta la vida, también sentirá falta de placer y dolor”.La vida, a menudo, es una lucha, y lo bueno en este mundo no siempre se equilibra con lo malo. Por eso la pregunta de Pedro tiene sentido. Porque la vida es dura, ¿qué ventaja tenemos por seguir a Jesús? ¿Qué debemos esperar por hacer la clase de compromiso que Jesús pide de nosotros?

¿De qué forma respondió Jesús a esta pregunta? (Ver Mat. 19:28-20:16.)

Nota que Jesús no reprendió a Pedro por ser egoísta ni nada parecido. Le dio primero una respuesta muy directa y, después, contó la parábola de los obreros y su salario. Aunque durante siglos se ha discutido el significado de esta parábola, el punto básico es claro: recibirás de Jesús lo que él ha prometido.

Si alguien te preguntara: “¿Qué obtendrás por servir a Jesús?”, ¿qué responderías?