LA MISIÓN DE LA IGLESIA MIENTRAS ESPERAMOS
Lee Santiago 2:14 al 26. ¿De qué modo estos versículos encapsulan quiénes somos y por qué estamos aquí?
El domingo vimos que los discípulos señalaron la belleza de los edificios del Templo. Jesús dirigió su atención a la condición de la iglesia que había adentro y su misión para un mundo que se acaba. Realmente, la iglesia existe porque hay una misión, y no al contrario.
La misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, como se expresa en el Working Policy [Reglamento] de la Asociación General (A 05), es “hacer discípulos en todas las naciones, comunicando el evangelio eterno [el evangelio del Reino (Mat. 24:14)] en el contexto de los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6 al 12, llevándolos a aceptar a Jesús como Salvador personal y unirlos con su iglesia remanente, discipulándolos para servirlo como Señor, y preparándolos para su pronto regreso”. Predicar, enseñar y sanar son los métodos sugeridos para realizar esta misión. Bajo “Curación”, el Reglamento dice: “Al afirmar los principios bíblicos del bienestar de la persona completa, hacemos de la conservación de la salud y de la curación de los enfermos una prioridad, y por medio de nuestro ministerio a los pobres y los oprimidos cooperamos con el Creador en su obra compasiva de restauración”.
Este trimestre notamos que Jesús quiere restaurar su imagen en la humanidad y darnos poder para ser instrumentos de una restauración holística en nuestras comunidades. “El mundo necesita hoy lo que necesitaba 1.900 años atrás: una revelación de Cristo. Se requiere una gran obra de reforma, y solo mediante la gracia de Cristo podrá realizarse esa obra de restauración física, mental y espiritual” (MC 102).
Después de un seminario que presentaba un pastor acerca de Jesús como modelo y la misión para su iglesia del tiempo del fin, un feligrés declaró: “En nuestra parte del mundo, no estamos muy abiertos a ideas nuevas y maneras nuevas de hacer las cosas. Lo que hemos oído acerca de seguir el método del ministerio de Jesús no es nuevo. Es una idea antigua. Solo que la olvidamos”.
“La fe sin obras es muerta”. ¿Cómo ves la realidad de cuán estrechamente vinculadas están la fe y las obras? ¿De qué manera las obras aumentan tu fe?