“Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” (Isa. 1:18).

CRISIS DE IDENTIDAD

sábado 26 de diciembre, 2020

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Isaías 1:1–9; 1:10–17; 1:18; 1:19–31; 5:1–7.

Perdidos en la tierra del olvido. Si vas por Irlanda por un camino rural angosto bordeado de setos, quizás encuentres el camino bloqueado por una vacada que vuelve a casa después de una comida crujiente. Incluso si no hay un pastor con ellas, irán al cobertizo de su dueño. Sabrán adónde ir y a quién pertenecen.

Si un niñito en una tienda se separa de su madre y grita, “¡Perdí a mi mamá!”, es posible que no sepa exactamente dónde está él ni dónde está su madre, pero en medio de un mar de madres que caminan por la tienda reconocerá a la madre que es suya únicamente.

Lamentablemente, a diferencia de esas vacas irlandesas (o de ese niño perdido), el pueblo de Judá olvidó que pertenecía al Señor, su Padre celestial, y por lo tanto perdió su verdadera identidad como pueblo del Pacto. “Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí. El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento” (Isa. 1:2, 3).

Esta semana veremos la obra de Dios con el fin de restaurar a su pueblo para sí.