“Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste los cielos y la tierra” (Isa. 37:16).
CON ATADURAS (ISA. 36:1)
¿Qué le pasó a Judá? 2 Reyes 18:13; 2 Crónicas 32:1; Isaías 36:1.
Cuando el infiel Acaz murió y su fiel hijo Ezequías lo sucedió, Ezequías heredó un reino que había perdido la independencia total. Al haber solicitado ayuda asiria contra la alianza de Siria e Israel, el reino de Judá se vio obligado a continuar pagando a cambio de protección en forma de tributo a Asiria (ver 2 Crón. 28:16–21). Cuando el rey asirio Sargón II murió en un campo de batalla distante y fue sucedido por Senaquerib en 705 a.C., Asiria parecía vulnerable. Las evidencias de los textos asirios y bíblicos revelan que Ezequías aprovechó esta oportunidad para rebelarse (ver 2 Rey. 18:7) y tomar medidas agresivas como cabecilla de una revuelta antiasiria entre las pequeñas naciones de su región.
Desgraciadamente para él, Ezequías había subestimado la resiliencia del poderío asirio. En 701 a.C., cuando Senaquerib sometió a otras partes de su imperio, arremetió contra Siria-Palestina con una fuerza devastadora y asoló a Judá.
¿Cómo se preparó Ezequías para un enfrentamiento con Asiria? 2 Crónicas 32:1–8.
Cuando Ezequías vio que Senaquerib tenía intenciones de tomar Jerusalén, la capital, hizo grandes preparativos para un enfrentamiento con Asiria. Reforzó sus fortificaciones, equipó y organizó aún más a su ejército y aumentó la seguridad del suministro de agua en Jerusalén (ver además 2 Rey. 20:20; 2 Crón. 32:30). El notable túnel acuífero de Siloé, conmemorado mediante una inscripción que dice cómo se construyó, casi seguro data de la preparación de Ezequías para un posible asedio.
El liderazgo espiritual que ofreció Ezequías mientras buscaba elevar la moral de su pueblo en este momento aterrador fue tan importante como su liderazgo militar y organizativo. “Pero el rey de Judá había resuelto hacer su parte en los preparativos para resistirlo; y habiendo realizado todo lo que permitían el ingenio y la energía del hombre, reunió sus fuerzas y las exhortó a tener buen ánimo” (PR 260).
Si Ezequías confiaba tanto en el Señor, ¿por qué hizo tanto esfuerzo por su cuenta? Sus obras ¿negaban su fe? Ver Filipenses 2:12 y 13 sobre la cooperación con Dios, quien proporciona el poder que es verdaderamente eficaz.