“Y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía” (Isa. 58:10).
LUCHA DE AYUNO (ISA. 58:1–12)
Diez días después de que las trompetas recuerdan al pueblo de Dios que el Señor es aclamado como su Rey el mismo Día de la Expiación, cuando la humildad de ellos, a través de la abnegación, confirma su lealtad a él como Rey, el profeta alza su voz como una trompeta para declarar que se están rebelando contra él (Isa. 58:1).
Lee Isaías 58:6 al 12. ¿Cuáles son los actos que Dios considera verdaderos actos de abnegación? A fin de cuentas, ¿qué es más difícil, saltearse algunas comidas o usar tu tiempo y tu dinero para alimentar a los sin techo de tu ciudad? ¿Cuál es el principio que se distingue detrás de estos actos? ¿En qué medida estos actos forman parte de la verdadera religión?
Cualquiera puede ser religioso; cualquiera puede participar de rituales religiosos. Pero, por más que los cumpla en forma correcta, en el momento apropiado y siguiendo todas las normas, eso no es todo lo que el Señor quiere. Analiza la vida de Jesús. Aunque él era fiel a los rituales religiosos de su época, los autores de los evangelios se centraron mucho más en sus actos de misericordia, curación, alimentación y perdón a los necesitados que en su fidelidad a los ritos.
El Señor pretende una iglesia, un pueblo, que predique la verdad al mundo. Pero ¿qué atraerá más a la gente a la verdad tal como es en Jesús: el estricto cumplimiento de las leyes alimentarias o la voluntad de ayudar a los hambrientos? ¿El descanso estricto en el día de reposo o tu disposición a usar de tu tiempo y tus energías para ayudar a los necesitados?
Lee Mateo 25:40 y Santiago 1:27. ¿Qué nos dicen?
Analiza las bendiciones de Isaías 58 que Dios dice que recibirán quienes buscan suplir las necesidades de los menos afortunados. ¿Qué crees que nos está diciendo el Señor aquí? Estas promesas ¿se refieren a una intervención sobrenatural en nuestra vida si hacemos estas cosas? ¿O quizá se trate de la bendición natural que recibimos al brindarnos a los demás en lugar de ser egoístas, codiciosos y estar absortos en nosotros mismos? Explica tu respuesta.