“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá” (Jer. 31:31).

OBRA DEL CORAZÓN

lunes 31 de mayo, 2021

Cuando el Reino del Sur (Judá) estaba llegando a su fin y el pueblo fue llevado en cautiverio por Babilonia, Dios anunció, a través de su profeta Jeremías, el “Nuevo Pacto”. Esta es la primera vez que se expresa esta noción en la Biblia. Sin embargo, cuando el Reino del Norte (diez tribus de Israel) estaba a punto de ser destruido (unos 150 años antes de la época de Jeremías), esta vez Oseas volvió a mencionar la idea de otro pacto (Ose. 2:18-20).

Lee Oseas 2:18 al 20. Observa el paralelismo entre lo que el Señor dice a su pueblo y lo que le dijo en Jeremías 31:31 al 34. ¿Qué imágenes comunes se utilizan y, nuevamente, qué dice sobre el significado básico y la naturaleza del Pacto?

En momentos de la historia en los que los planes de Dios para su pueblo del Pacto se vieron obstaculizados por su rebelión e incredulidad, Dios envió profetas para proclamar que la historia del Pacto con sus fieles no había llegado a su fin. Sin importar cuán infiel haya sido el pueblo, sin importar la apostasía, la rebelión ni la desobediencia entre ellos, el Señor aún proclama su disposición a entablar una relación de pacto con todos los que estén dispuestos a arrepentirse, obedecer y reclamar sus promesas.

Busca los siguientes versículos. Aunque no mencionan específicamente un nuevo pacto, ¿qué elementos se encuentran en ellos que reflejan los principios que están detrás del Nuevo Pacto? Eze. 11:19Eze. 18:31Eze. 36:26

El Señor les dará un “corazón para que me conozcan que yo soy Jehová” (Jer. 24:7). Él “quitar[á] el corazón de piedra de en medio de su carne, y les dar[á] un corazón de carne” (Eze. 11:19); y les dará “corazón nuevo” y “espíritu nuevo” (36:26). También dice: “Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu” (36:27). Esta obra de Dios es la base del Nuevo Pacto.

Si alguien se acerca a ti y te dice: “Quiero un corazón nuevo, quiero la Ley escrita en mi corazón, quiero un corazón para conocer al Señor, pero no sé cómo lograrlo”, ¿qué le dirías a esa persona?