“Seis días se trabajará, mas el séptimo día será de reposo, santa convocación; ningún trabajo haréis; día de reposo es de Jehová en dondequiera que habitéis” (Lev. 23:3).

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

viernes 3 de septiembre, 2021

“Durante toda la semana, debemos recordar el sábado y hacer preparativos para guardarlo según el Mandamiento. No solo debemos observar el sábado en forma legal” (TI 6:355).

“Todo el cielo observa el sábado, pero no de una manera desatenta y ociosa. En ese día, cada energía del alma debe despertarse; porque ¿no hemos de encontrarnos con Dios y con Cristo nuestro Salvador? Podemos contemplarlo por la fe. Él anhela refrescar y bendecir a toda alma” (TI 6:362).

“Lo que se demanda a Dios en sábado es aún más grande que en los otros días. Su pueblo deja entonces su ocupación corriente, y dedica su tiempo a la meditación y el culto. Le piden más favores en sábado que en los demás días. Requieren su atención especial. Anhelan sus bendiciones más selectas. Dios no espera que haya transcurrido el sábado para otorgar lo que le han pedido. La obra del cielo no cesa nunca, y los hombres no deberían nunca descansar de hacer el bien. El sábado no está destinado a ser un período de inactividad inútil. La Ley prohíbe el trabajo secular en el día de reposo del Señor; debe cesar el trabajo con el cual nos ganamos la vida; en ese día no es lícita ninguna labor que tenga por fin el placer mundanal o el lucro; porque así como Dios abandonó su obra creadora y descansó el sábado y lo bendijo, el hombre debe dejar las ocupaciones de su vida diaria y consagrar esas horas sagradas al descanso sano, al culto y a las obras santas. La obra que hacía Cristo al sanar a los enfermos estaba en perfecta armonía con la Ley. Honraba el sábado” (DTG 177, 178).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. El cuidado del medio ambiente se ha convertido en un debate político muy cargado en muchos países. ¿Cómo podemos nosotros, como adventistas, ser buenos mayordomos de la naturaleza sin asumir agendas políticas?
  2. El servicio comienza en la mente. ¿Cómo podemos fomentar la mentalidad de servir a quienes nos rodean (en nuestra familia, iglesia y comunidad) con más pasión? ¿En qué medida el sábado nos ofrece más oportunidades para poder hacer precisamente eso?
  3. Cada sábado nos recuerda que Dios creó a toda la humanidad. Nos ayuda a ver a los demás a través de los ojos de Dios. ¿Cómo debería ayudarnos el sábado a recordar que las diferencias raciales, étnicas, socioeconómicas y de género son irrelevantes cuando se habla de que Dios nos hizo a su imagen y de que somos objetos de su amor?