“Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios” (Heb. 4:9).
LA TIERRA COMO UN LUGAR DE DESCANSO
Lee Génesis 15:13 al 21. ¿Qué le prometió Dios a Abraham?
Cuando Dios libró a Israel de la esclavitud en Egipto, su propósito era llevar lo a la tierra de Canaán, donde podría descansar (Éxo. 33:14; Jos. 1:13). La tierra de Canaán era la herencia que Dios le había prometido a su padre Abraham porque había obedecido la voz de Dios y había dejado su país para ir a la Tierra Prometida (Gén. 11:31-12:4).
El propósito de Dios al darles la tierra a Israel no era simplemente que la poseyeran. Dios los estaba atrayendo a sí mismo (Éxo. 19:4). Dios quería que vivieran en una tierra donde pudieran disfrutar de una relación íntima con él sin ningún obstáculo, y donde también darían testimonio al mundo de quién era el Dios verdadero y lo que le ofrecía a su pueblo. Al igual que el sábado de la Creación, la tierra de Canaán era un marco que posibilitaba tener una relación íntima con su Redentor y disfrutar de su bondad.
En Deuteronomio 12:1 al 14, el Señor le dijo al pueblo que este entraría en el reposo, no meramente cuando entrara en la tierra, sino cuando hubiera depurado la tierra de la idolatría. Después de eso, Dios les mostraría, a los escogidos, un lugar donde él moraría entre ellos.
Lee Éxodo 20:8 al 11 y Deuteronomio 5:12 al 15. ¿Qué dos cosas conmemora el descanso sabático y cómo se relacionan entre sí?
Dios vinculó el sábado de la Creación con la liberación de Egipto. Instruyó a Israel para que observara el sábado como un monumento conmemorativo de la Creación y de su redención de Egipto. La Creación y la Redención están consagradas en el mandamiento del sábado. Así como no nos creamos a nosotros mismos, tampoco podemos redimirnos. Es una obra que solo Dios puede hacer, y al descansar reconocemos nuestra dependencia de él, no solo para la existencia sino también para la salvación. La observancia del sábado es una expresión poderosa de la salvación únicamente por fe.
¿Cómo puede ayudarnos la observancia del sábado a comprender nuestra completa dependencia de Dios, no solo para la existencia, sino también para la salvación?