“Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios” (Heb. 4:9).
UN ANTICIPO DE LA NUEVA CREACIÓN
Compara Éxodo 20:8 al 11; Deuteronomio 5:12 al 15; y Hebreos 4:8 al 11. ¿Qué diferencias encuentras con respecto al significado del reposo sabático?
Como ya hemos visto, estos pasajes de Éxodo y Deuteronomio nos invitan a mirar al pasado. Nos exhortan a descansar en sábado para celebrar los logros de Dios en la Creación y en la Redención. Sin embargo, Hebreos 4:9 al 11 nos invita a mirar hacia el futuro. Nos dice que Dios ha preparado un descanso sabático que está en el futuro. Sugiere una nueva dimensión para la observancia del sábado. El reposo sabático no solo conmemora las victorias de Dios en el pasado, sino también celebra las promesas de Dios para el futuro.
La dimensión futura de la observancia del sábado siempre ha estado allí, pero a menudo se la ha pasado por alto. Después de la Caída, llegó a significar la promesa de que Dios algún día restauraría la Creación a su gloria original a través del Mesías. Dios nos ordenó celebrar sus actos de redención mediante la observancia del sábado porque el sábado apuntaba hacia la culminación de la Redención en una nueva Creación. La observancia del sábado es una anticipación del cielo en este mundo imperfecto.
Esta significación de la experiencia sabática aparece bien atestiguada en la tradición judía. Una obra compuesta entre los años 100 y 200 a.C. decía: “El séptimo día es una señal de la resurrección, el reposo de la era venidera” (J. H. Charlesworth, “Life of Adam and Eve”, The Old Testament Pseudepigrapha [Vida de Adán y Eva, Pseudoepigráficos del Antiguo Testamento], p. 18). Y en otra fuente judía leemos que la era venidera sería “el día en el que habrá total reposo sabático por la eternidad” (J. Neusner, The Mishnah, a New Translation [La Mishná, una nueva traducción], p. 873). Una fuente posterior atribuía a Rabí Aqiva el siguiente dicho: “Israel dijo ante el Santo, Bendito sea, ‘Señor del mundo, si guardamos los mandamientos, ¿qué recompensa tendremos?’ Él les dijo: ‘El mundo venidero’. Ellos le dijeron: ‘Muéstranos su semejanza’. Y él les mostró el sábado” (T. Friedman, “The Sabbath Anticipation of Redemption”, pp. 443, 444).
El sábado es para celebración, gozo y acción de gracias. Cuando guardamos el sábado, indicamos que creemos en las promesas de Dios, que aceptamos su regalo de gracia. El sábado es una fe viva y vibrante. En cuanto a las acciones, la observancia del sábado es probablemente la expresión más plena de nuestra convicción de que somos salvos por gracia mediante la fe en él.
¿Cómo puedes aprender a guardar el día de reposo de tal forma que verdaderamente se manifieste nuestra interpretación de lo que significa la salvación por la fe, sin las obras de la Ley? ¿En qué sentido el reposo sabático es una expresión de salvación por gracia?