“Tenemos como firme y segura ancla del alma una esperanza que penetra hasta detrás de la cortina del santuario, hasta donde Jesús, el precursor, entró por nosotros, llegando a ser sumo sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec” (Heb. 6:19, 20, NVI).
GUSTAR DE LA BUENA PALABRA
Lee Hebreos 6:4 y 5. ¿Qué recibían los creyentes en Cristo mientras le fueran fieles?
Haber sido “iluminado” significa haber experimentado la conversión (Heb. 10:32). Se refiere a aquellos que se han apartado de las “tinieblas” del poder de Satanás a la “luz” de Dios (Hech. 26:17, 18). Implica liberación del pecado (Efe. 5:11) y de la ignorancia (1 Tes. 5:4, 5). La forma verbal aquí sugiere que esta iluminación es un acto de Dios consumado a través de Jesús, “el resplandor de su gloria” (Heb. 1:3).
“Gustaron del don celestial” y “fueron hechos partícipes del Espíritu Santo” son expresiones sinónimas. El “don” de Dios puede referirse a su gracia (Rom. 5:15) o al Espíritu Santo, a través de quien Dios imparte esa gracia (Hech. 2:38). Aquellos que han “gustado” del Espíritu Santo (Juan 7:37–39; 1 Cor. 12:13) han experimentado la “gracia” de Dios, que incluye el poder para cumplir su voluntad (Gál. 5:22, 23).
Gustar de “la buena palabra de Dios” (Heb. 6:5) es experimentar personalmente la verdad del evangelio (1 Ped. 2:2, 3). “Los poderes del siglo venidero” se refieren a los milagros que Dios realizará para los creyentes en el futuro: la resurrección (Juan 5:28, 29), la transformación de nuestro cuerpo y la vida eterna. No obstante, los creyentes están comenzando a “gustar” de ellos en el presente. Han experimentado una resurrección espiritual (Col. 2:12, 13), una mente renovada (Rom. 12:2) y la vida eterna en Cristo (Juan 5:24).
Pablo probablemente tenga en mente a la generación del desierto, que experimentó la gracia de Dios y su salvación. La generación del desierto fue “iluminada” por la columna de fuego (Neh. 9:12, 19; Sal. 105:39), disfrutó del don celestial del maná (Éxo. 16:15), experimentó al Espíritu Santo (Neh. 9:20), gustó de la “buena palabra de Dios” (Jos. 21:45), y “los poderes del siglo venidero” en los “prodigios y señales” realizados en su liberación de Egipto (Hech. 7:36). Sin embargo, Pablo sugiere que, así como la generación del desierto apostató de Dios a pesar de esas evidencias (Núm. 14:1-35), la audiencia de Hebreos corría peligro de hacer lo mismo, a pesar de todas las evidencias del favor de Dios que habían disfrutado.
¿Cuál ha sido tu experiencia con las bendiciones mencionadas en estos versículos de Hebreos? Por ejemplo, ¿cómo has experimentado la iluminación a la que se refiere el pasaje?